Saturday, December 20, 2008

LOS BARES


Ay mamita linda qué felicidad
ya llegó diciembre para parrandiar
…”

Antaño, si lo recuerdo bien, la vida era un festín, sobre todo en los bares, donde se unían-reunían todos los corazones de diversas tierras, calañas y pelambres existenciales y todos los vinos corrían.

Para empezar esta gozosa nostalgia verbal: diremos que sólo iban allí los Fernando González del futuro, a soliviantar pensamientos en el contacto rugoso con los rústicos provincianos cuyo tanto errar vital y mal pensar impulsaron y terminaron direccionando hacia un pensamiento directo y franco expuesto en tantos libros, semidesconocidos hoy en día, esa alma universal que buscaba la senda del hombre verdadero; esa particular manera filosófica de mirar el modus operandi del campesino de los grandes solares de engorde, animal de monte terco como una mula, bulloso a más no poder contando sus cuitas, tragos encima de por medio. Sabemos que esto lo hacía el ilustre pensador y escritor, con lo cual dejó una senda abonada que hasta ahora no ha sido muy bien imitada, con el fin de encarrilar, de transformar el pensamiento, la moral de los embusteros. El aire humano de los bares, esa concreción de idiosincrasia democrática inmediata al calor del elixir etílico, no se diferencia mucho en sus variantes vitales de la historia vivida hoy en día. Como eran estos bares, son ahora, en cuanto al complejo homo sapiens, mucho menos sapiens hoy por hoy por supuesto, cuyas pieles aceleradas y aceradas solían, suelen reunirse bajo estos techos de pasajera alegría .

También acudían, se recuerda, las Déboras atrevidas, rebeldes montadoras de caballos; claro, los ricos tenían, siempre han tenido con qué. (¡Uy! esas mujeres despampanantes si que nos cambiaron el coco, ¡qué belleza Dios mío!; éstas calles de liliputienses mentales no se merecían esas vivas aguas pictóricas nacientes). Ahora no hay mucha brecha de coloridas paletas que valga la pena o de dónde echar mano para declararnos en fiesta de formas y colores de hondura mental con vida propia, salvo la augusta fémina que catapultó en sus lienzos, fuera de los bares eso sí, nuestra manera de ser y de vivir, nuestra manera de caldearnos en la mentira social, allende nuestras feraces mangas pobladas de vigas y de ceibas. Salvo unos cuantos artistas que no siguen el camino de la norma y cuyo sabor de personas gratas se aglutina en los bares cuando la sed apremia, y salvo el furor de aquella desatada dama que si entendió el dolor de las camelias sumidas en aquellos antros de cambalache y soberbia, qué poco se utiliza la paleta creativa para plasmar los colores variopintos que resultaban ser los bares entonces, y ahora.

No hablemos duro que los aguardientes oyen. Hoy en día hay muchos candidatos y candidatas a la cámara y al senado, rondando estas plazas de social camaradería, de multifacéticas expresiones donde la vida corre parejo con los ardores que aclimatan el gaznate. Cómo ha cambiado la vida. Antes, los aspirantes al púlpito del poder no venían ni multados para que no los excomulgaran las beatas, sus santas señoras o el párroco. Ahora ningún bar es sala vedada, y entre favores y vales, préstamos y negocios, su coto de caza predilecto, es común verlos en campaña plena entre los impuros aromas que resuman nuestros rincones de cotidiana habitualidad. La más buscada y fácil cercanía proselitista del momento se conquista en los bares.

Los bares además de albergue de muchas anatomías democráticas y sociales, se han convertido en las ágoras comunales donde mudan de piel política con sorprendente frivolidad los ansiosos parroquianos, como algo muy normal de acuerdo a las necesidades materiales, como algo folclórico y comprensible de acuerdo a la filiación ideológica de las cuentas corrientes. Tampoco debemos olvidarnos de la muerte que trae a los bares su abrigo, dicharachera, camuflada siempre, entre teléfonos y cartas, sin que se la note. Cualquier día puede rodar nuestra presencia por entre las mesas de un bar. Así es la cosa del humano transpirar entre sexo, dinero y alcohol.

Pero también cuánta vida y belleza hemos conquistado allí, en los bares. El mapa turístico del ser no se ha percatado aún, ni se percatará porque eso es para espíritus selectos, de las festivas romerías nocturnas que de bar en bar pueden hacer los nocturnos moradores, algunos, hasta el clarear de un día, diferente a no dudarlo, para quien aventura su espíritu en tales avanzadas de esparcimiento y encuentros, sin peligro ni incomodidad alguna. Los hay para todos los gustos: de tango sólo donde la milonga es reina, de bailante ardor encendido donde las parejas recrean sus viejos y nuevos deseos; de latina explosión rompe baldosa, de voces afroantillanas donde recordamos de dónde nos viene a veces la tristeza del blues; de suave balada con la que abonar los besos, el reconocimiento de cuerpos lozanos y la extendida charla con nuestras mujeres hermosas; de reggae teatro y modernas expresiones para el frenesí juvenil; de jazz band y música elegante para el oído culto; de canto despechado para los que encantan su pena con el aguardiente de sus recuerdos; en verdad nadie se queda por fuera, y nadie se declara insatisfecho en cuanto a sus gustos del bell sound y sus vertientes de ebriedad anunciadas. Y con ello los amantes de las romerías galanas ganamos cada que nos embarcamos en uno de estos transcursos memorables por los bares y lugares de nuestro simpático y avigarrado devenir.
Morabares somos muchos en este planeta, sin que hasta la fecha se nos reconozca este rancio abolengo adquirido loor a los rincones y salones de grato husmear y tertuliar que existen para las damas y varones de alegre y disoluto transcurrir. Sólo los comerciantes de vieja estampa, sometidos al poder omnímodo de los secretarios de hacienda y comercio, cierran temprano. Entre sones, risas decembrinas y añoranzas, es posible apropiarse de esa arenga polifónica y humana que engalana el jacarandoso mundo de un bar, alud gestivocal que se parece tanto, en ocasiones lo pensamos, a la vida que sentimos merecer. Muchas veces sentamos la belleza en nuestras rodillas sedientas de ardor y la encontramos disponible, aunque amarga casi siempre, todo hay que decirlo. Porque después del arduo y galante aprendizaje de vida y mundo de los bares de antaño y de hoy, cuya exquisita vendimia socialdemócrata existe aún en este conglomerado de sana aristocracia, el viandante atento de esta agitada y aventurera pedagogía, se convierte en un eximio escanciante de bellezas de toda extirpe, féminas sobre todo. ¡El alba verdadera del ser -bueno, una de tantas- comienza al abrirse las puertas de los bares que nunca cierran!

La vida en los bares donde perdemos y ganamos a diario una piel social informativa y renovable, se convierte para nuestra sed de prestigio en un remolino de vivencias que conducen, a no dudarlo, al gran grito del ser, a la gran máscara de buena salud que en nuestro mapa geográfico de modernas necesidades tiene tanto ascendiente hoy en día.
Por. EDGAR TREJOS

Monday, December 8, 2008

FRAGMENTOS DEL LIBRO “DEL PUTAS”

Del putas que los consejos que uno le da a otro los escuche uno mismo.
Del putas que el último beso despertara lo mismo que el primero.
Del putas aprender a ser buen hijo antes de tenerlos.
Del putas que a uno le dieran ganas de hacer el amor al mismo tiempo que al (la) compañero (a) (y viceversa).
Del putas que los sueños fueran lo que se vive despierto y la realidad lo que soñamos.
Del putas que el miedo, las mariposas en el estómago, los nudos en la garganta y las manos sudorosas empezaran justo después de una larga relación.
Del putas que los animales de vez en cuando pudieran dar su opinión sobre nosotros.
Del putas que uno tuviera el sentido del tacto en la mirada.
Del putas que la palabra destino solo tuviera el significado que le dan las agencias de viajes.
Del putas que la edad no fuera proporcional a las responsabilidades.
Del putas que solo existiera el cáncer en el horóscopo.
Del putas que las manchas de la conciencia salieran con Fab.
Del putas poder sentir físicamente el orgasmo del otro.
Del putas que después de una larga noche de pasión uno se levantara sin lagañas y con aliento de bebe.
Del putas que la primera vez se le atribuyera al que mejor lo hizo.
Del putas que a uno le hicieran todo lo que uno le quiere hacer a los demás.
Del putas que la reversa tuviera cinco cambios.
Del putas que las palmaditas en la espalda se pudieran consignar en el banco.
Del putas que jubilarse fuera llenarse de júbilo.
Del putas que a las mujeres les durara la regla lo mismo que les dura un orgasmo (o viceversa).
Del putas no haber gastado todas las lágrimas cuando niño.


NO ES DEL PUTAS:

Una piedra en el zapato, desportillarse un diente, que se desborde el agua del inodoro, morderse la lengua, los cobros judiciales, la eyaculación precoz, pegarse con el borde de la cama en el dedo chiquito del pie, los retrasos menstruales, sentarse en un chicle, el moco asomado.
Cuídese lo justo y arriésguese lo suficiente.
Por: Fernando Moreno (Colombia)

Monday, November 24, 2008

DE LO QUE ESTAN HECHOS LOS HEROES
















Por: Juan David Orjuela S.
Cuando era pequeño creía que vivía en un planeta muy chiquito, donde solo existía mi casa, la de mis abuelos y el colegio. Lo que yo veía era lo que existía, solo las personas que estaban cerca de mí, eran las únicas que existían en ese mundo.
Recuerdo cuando moría por ir al colegio para verme con un nuevo amigo, o me trasnochaba rezándole a Papá Noel por el regalo que tanto quería. También podía pasar todo un día jugando con un carrito y no me hacia falta nadie, llamaba a los amigos a que vinieran a la casa sin ningún plan preestablecido y de todas maneras la pasábamos del putas!
Y que van a hacer?
Pues jugar…

Crecí y me di cuenta que este mundo es mas grande, que uno tiene responsabilidades, que pasando la calle hay más gente por conocer, que mi país es chiquito y hay muchos otros, que ya no me gusta jugar tanto a los carritos pues ahora me gustan más las mujeres. Que Papá Noel no existe y el Ratón Pérez menos y hay un millón de cosas que quiero hacer pero no creo que me alcance el tiempo de una sola vida.
Ahora me trasnocha un sueño nuevo. Es tan emocionante como mi carrito con el que podía jugar todo el día , mi nuevo juego , juego de grande con pensamiento de chiquito. Voy a contarles: Me quiero remar el Río Magdalena completico.
La gente de Tierra Nativa que organiza este tipo de travesìas, había hecho expediciones a los cuatro puntos extremos de Colombia, asì que nos reunimos 20 enamorados de la aventura entre hombres y mujeres, irìamos por el medio y nos comeríamos vivo el Magdalena a punta de brazo y pierna . Y así nació la expedición “ME RIO MAGDALENA”.
A comienzos de Diciembre estaremos en forma, después de haber hecho ejercicio como condenados todo el año, participando en cuanta maratón hicieron en la cuidad para entrenar, de haber aprobado los cursos de primeros auxilios en la Cruz Roja, tomado clases de natación en este berraco frío de Bogota y haber nadado hasta casi volvernos ranas. No se imaginan cómo han aumentado las ventas de bloqueador solar, vendas para las manos, y parches para el dolor por estos días.

Recorreremos los 1540 km del río caminando y remando desde la Laguna de la Magdalena en el “Páramo de Las Papas”, hasta Barranquilla. Y se llama ME RIO MAGDALENA, porque además de ser jóvenes entre los 20 y los 28 años de diferentes universidades que deseamos dar a conocer nuestro hermoso país y decirles que somos más que pelo parado, calzones escurridos y palabrotas; llevaremos un circo de niños de escasos recursos de Bogotá, a que se presenten y expresen sus talentos en talleres circenses, de sensibilización ambiental, para motivar a los niños.
TIERRA NATIVA es un proyecto de la Asociación Santa Cruz Colombia
Es una organización que se propone apoyar la formación integral de jóvenes, a través de excursiones a campo abierto en distintos lugares de Colombia porque ellos piensan que a Colombia “para amarla hay que andarla”
Ocho años llevando un mensaje de igualdad y progreso a niños de bajos recursos en Colombia

Objetivos
• Enviar a todos los colombianos, un mensaje de alegría, entrega, trabajo en equipo y amor por Colombia, logrando la realización y producción de un documental de la expedición, promocionando cada lugar que visitemos
• Recorrer los 1540 Km del Río magdalena, caminando y remando desde su nacimiento hasta su desembocadura en el océano atlántico
• Llevar un circo a los 4 pueblos mas afectados por las inundaciones del río y el conflicto armado de nuestro país.
• Siguiendo con nuestro principal objetivo de llevar niños de escasos recursos a que conozcan su país, escogimos a los jóvenes de “Circo Ciudad” quienes viven en ciudad Bolívar, para invitarlos a que le den una mirada a su país desde otras perspectivas, y a su vez hagan lo que mas les gusta: divertir a la gente y reinventar sonrisas, aportando su granito de arena para que las sonrisas de otros niños, no se borren en la tragedia y el desaliento.
• Fox Sports estará como los años anteriores apoyándonos para documentar la expedición y dejar un testimonio de que en Colombia somos mucho más que lo malo que cuentan los noticieros para vender su propaganda comercial.
Todavía necesitamos fondos, hay cosas que nos faltan y no queremos que se queden sin hacer por falta de dinero, hemos recurrido a entidades, empresas, organizaciones y no nos ha ido mal, pero todavía necesitamos mas.
Qué tal si nos apoyan? Con lo que a cada uno de ustedes le salga del corazón?
Para más información:
MIGUEL TORRES 01157-310 806 9919 CELULAR
DONACIONES:
ASOCIACION SANTA CRUZ NIT. 832.002.724-1
BANCO DE BOGOTA- Cuenta de cheques No. O16-01069-6
magdalenatierranativa@gmail.com

Monday, November 17, 2008

ESTE BLOG PARIÓ UN LIBRO

Una noche, el diseñador y artista dominicano Omar Cornelio, me llamó desde Washington D.C a informarme que me había construido un blog en Internet, para que de una vez por todas me sentara a escribir con juicio. Yo entré en pánico escénico y con la timidéz de un bebé, balbuceé mis primeros post que poco a poco se fueron convirtiendo en notas más y más sueltas sobre diferentes temas. A veces políticos, otras sobre arte, y las que más me gustan personalmente, sobre asuntos cotidianos que nos pueden pasar a todos en algún momento de la vida.
En éste blog he tenido el privilegio de conocer personas muy especiales que desde distintos puntos del planeta me han escrito, han colaborado con el blog, bien sea con algún post o como lectores que comparten sus impresiones. Ahora, tengo el placer de anunciarles que acabamos de sobrepasar las 10.000 visitas, asunto que tiene su mérito, teniendo en cuenta que hay más de 40 millones de blogs en Internet, que muchos de ellos tienen esas mismas diez mil visitas en un solo día, y que con toda seguridad habrán muchísimos mejores que éste en todos los sentidos.
Sin embargo, este blog ha sido un ejercicio absolutamente personal, íntimo, sin pretenciones de ningún tipo, si estar afiliado a ninguna red ni estar en el portal de algún periódico de alta circulación para que le genere visitas y no cuenta con ningún tipo de propaganda comercial ni patrocinadores que faciliten su difusión.
Ahora resulta que un año y medio después de aquella tenebrosa llamada de Washington, CONCEPT-E una compañía con William Castaño a la cabeza, (un tipo de esos que se embarcan en proyectos locos), decidió que había que publicar una selección de los mejores post que fuí capás de escribir en el corto tiempo que llevo de bloguera. Este hombre se tomó el asunto tan personal, que finalmente, el próximo viernes 21 de Noviembre a las 7:30 PM, en el salón Santander del Consulado General de Colombia en Miami, será presentado con toda formalidad por el escritor y periodista cubano Ignacio Granados, mi tercer libro: POR EL REVÉS SOMOS DE MENTIRA. Presentación a la que desde ya están invitados por derecho propio.
Tambien quiero comentarles, que es muy posible que dentro de poco los lectores del blog, puedan adquirir el libro físicamente, por medio de un mecanismo interactivo que les permita solicitarlo desde aquí mismo. Ya les comentaré cómo. Por lo pronto, déjenme expresarles mi enorme gratitud por la compañía, por las voces de aliento, el intercambio de opiniones, la amistad que en algunos casos ha generado esta relación virtual; en fin, por existir ahí detrás de la pantalla y regalarme el privilegio de saber que me han honrado 10.000 veces visitando mi casita virtual que tambien es de ustedes.

Tuesday, November 4, 2008

EL SUEÑO AMERICANO SI EXISTE: ES NEGRO Y SE LLAMA OBAMA


Una mañana hace 7 años sucedió una de las peores tragedias en la historia de Norteamérica, el ataque terrorista a las torres gemelas de New York. En ese momento pude ver durante horas y horas la imagen de los aviones chocar contra las torres en una secuencia interminable y las caras de los americanos que no salían del asombro. No entendían lo sucedido y no sabían cómo sería en adelante su destino, porque todo lo que se percibía era un hoyo negro en el futuro de esta nación, que hasta ese día nadie dudaba en calificar como la mas poderosa de la tierra.

Esa misma mañana escuché incrédula las palabras del presidente Bush, cuando dijo que lo sucedido era a causa de la envidia del mundo porque “somos el país de la libertad”. Ese día sentí vergüenza, no porque fuera republicana porque no lo soy, tampoco por pertenecer a esta nación pues no soy norteamericana, ni porque me sintiera –aunque suene insensible- directamente afectada por los daños. Sentí vergüenza como ser humano, me dolió cada palabra que dijo porque su arrogancia y altanería me parecían más peligrosas y mas suicidas que los mismos talibanes. Sentí miedo como lo sintieron todos los seres humanos esa mañana, miedo por lo que venía, por lo que ninguno de nosotros tenía claro que iba a suceder.

Siete años después he presenciado el triunfo de Barak Obama en las elecciones presidenciales y tengo que decir que he sentido orgullo. No por ser demócrata, porque no lo soy. No por ser ciudadana de los Estados Unidos, porque no está en mis planes; no porque piense que me convienen o no sus lineamientos políticos y ni siquiera porque piense que vaya a cumplir sus promesas electorales. Independientemente de esto, me he sentido orgullosa como ser humano, hoy, a la una de la mañana, porque puedo decir que estuve en un momento histórico de este siglo donde por primera vez un negro llega a la presidencia de un país como éste. Orgullosa como persona porque sin tener mucho que ver en esta historia, con un discurso impecable, inspirador y tranquilo, le confirmó a cada ser humano que lo escuchaba, que si es posible convertir en realidad lo que un corazón sea capaz de soñar, independientemente del color, la raza, la condición religiosa, las preferencias sexuales. Me conmovió ver la emoción en los ojos esperanzados de los miles de personas que estaban en la plaza donde pronunció su discurso, entre los cuales estaban el reverendo Jesse Jackson, y Ophra. Y me tocó a fondo la magia que como orador derrochó sobre los que le escuchamos.

Políticamente no tengo idea si cumplirá o no sus promesas. Pero lo que si puedo decir es que alguna vez es bueno oír a un líder dirigirse a su pueblo y confirmarle que tiene derecho a soñar porque él mismo es la materialización de un deseo como el que alguna vez soñó otro negro hace muchos años en Georgia. Ustedes podrán reprocharme lo sensible, pero nadie puede discutir que ésta noche tal como lo tituló algún periódico latino: “El sueño cambió de color” en América, y estar ahí para verlo ya es bastante.

Monday, October 27, 2008

ESCRIBIR PARA VIVIR



ESCRIBIR PARA VIVIR
EN ENVIGADO O EN CUALQUIER OTRA PARTE DEL MUNDO


“Cuando emprendas el viaje de la escritura y mires hacia lo lejano, ruega que tu camino sea largo y rico en aventuras y descubrimientos. Muchas sean las mañanas de verano y esplendor, cuando con placer llegues a imaginadas esquinas que descubras por primera vez. Cuídate sólo de las arduas vigas, públicas, funcionarias de rancio abolengo administrativo, que se cruzarán en tu transitar, pero no apresures el viaje a pesar de todo, es mejor que dure. Es mejor amarrar conquistas para cuando estés viejo, y no haya mucho por qué luchar, mucho tampoco por decir”...

Así decíamos por estas tierras hace mucho tiempo ya. Porque escribir en estas calles, este jardín señorial -tierra imperiosa del sur- no vale mucho, ni valdrá, si uno no se llama..., o es amigo de..., en términos del reconocimiento y proyección al que tiene derecho, al que debería tener derecho un escritor, cuando se reconoce su genio, su idoneidad para florecer las praderas del arte, y se conoce de vieja y verdadera data su entrega a las energúmenas y silenciosas marchas verbales de Sísifo en las que se ven los escritores, escuálidos e invisibles gestores de cultura, sin bastón donde apoyar su milenario cansancio..., han dicho ya varones ilustres, y de seguir la cosa así, continuaremos en la misma escalera ruinosa y cicatera con la cultura, amén.

Esto lo sabemos ahora, pero desde ha mucho lo intuíamos sin querer reconocerlo porque confiábamos, apoyados en la furia y el fervor de nuestro entusiasmo, que cambiaríamos y resolveríamos cualquier inconveniente que se presentara en nuestra escalera literaria de ascendente e inclaudicable caracol, andando el tiempo, metidos de lleno en las escaramuzas verbales de la escritura con la que ingresaríamos sin duda a la gran pradera intelectual de esta tierra de acomodos y emblemas.

“El valle de las vigas, ha cambiado mucho, fijaos bien dónde ponéis cada vocablo” -nos decían con orgullo, en la mirada ese gesto de aceptación de lo inmodificable- los viejos escritores -que por supuesto ya no existen-, “y nosotros vamos a cambiarlo más”, augurábamos gozosos, convencidos de nuestras briosas alas de imaginativa ascendencia y proyección. Pero no ha sido así. La dura cerviz de la tradición –señalada antaño con clara voz y diferente mirada por el rudo cabezón e infiel- es bien dura de mellar siquiera cuando en el músculo que la sostiene, vibra campeadora la inaceptable manera de administraciones culturales cegadas por su inoperancia, su ignorancia y la terquedad, también hay que decirlo, de quien no participa –nos referimos a los escritores mismos- en el planteamiento de los destinos intelectivos de la comunidad pero luego deplora a los cuatro vientos no ser tenido en cuenta. Hay que trabajar para vislumbrar nuevas posibilidades, se sabe a estas alturas transitadas de la modernidad democrática.

Se ha sabido de emprendedores e invisibles escritores –seres tan tozudos no tienen par- que dedicados a labrar la montaña literaria de la noble ciudad de las ceibas han perseverado en tamaña empresa más de 30 largos años, sin que hasta el momento les hayan reconocido con honores -habida cuenta pues de su valía, que si no ni pío como dicen los críticos- un ápice de su ingente labor.

A los poetas esto no les interesa ni un poquito, por supuesto, porque no viven ni vivirán de escribir versos ni para esa esperanza; la cultura son sólo ellos mismos y nadie más; la administración de la cultura y sus caminos no es un referente a considerar desde su cándida parcela de sonetos, eso sería venderse, escriben en soledad y para la soledad; la poesía es sublime, dicen, y no quieren conocer, desconociendo desde luego, del nunca bien cubierto o satisfactorio trabajo cultural de proyectar hacia la comunidad la literatura en aras de ensanchar los predios mentales de los demás pobladores de este placentero valle de lágrimas en el que se debaten los creadores de explanadas verbales.

Nadie puede llamarse a engaño porque los escritores de literatura, los poetas por ejemplo, a pesar de su glorioso humanismo por encima de los males que al vulgo aquejan, han padecido y padecen el ostracismo y el ser considerados peña verbal sin importancia muchas veces, cuando rechazan sin mayor fórmula reflexiva su participación, necesaria por demás, en los procesos organizativos de los derroteros a seguir, de las puertas por abrir, en cuanto a la proyección literaria para bien de los escritores por venir y de los escritores ya conocidos por su labor silenciosa y pujante, a fin de que sea tenida en cuenta la palabra, sentida la palabra, su palabra, en el enclave cultural comunitario. Actuando así, como hasta ahora, nadie los conocerá ni reconocerá ni escuchará como debe ser, con respeto y admiración, lo cual redundaría, de suceder, si no lo saben aquí lo decimos, en el florecimiento del tan preciado bien de lo educativo cultural que forma verdaderos habitantes cultos, sensibles, conocedores de su riqueza literaria.

Así las cosas, como dicen las abuelas, apague mijo y vámonos, que para plañir mañana es otro día.

Pero mañana será otro día, decimos nosotros también -los que abrimos ventana al viento augural de la palabra para decir su mundo, para cantar su canción- porque las, por ahora suaves, trompetas de la proyección cultural y literaria están cambiando, han de cambiar, habrá de verse… Abrid el oído camaradas del flamígero verbo. Más temprano que tarde lo veremos. Así sea. Aguzad y agitad vuestra pluma campeones de la palabra y el buen decir de la vida. Estad prestos y atentos sufridos e ignorados escritores de estas recias y reacias calles amadas que día tras día os retan y sepultan.

EDGAR TREJOS

Wednesday, October 15, 2008

PARA CONSTRUIR UN DILUVIO


Por: MARTA SEPULVEDA

Para construir un diluvio podrías comenzar por pedir prestada esta lluvia que aún no termina de caer desde los techos. Tomar a escondidas la humedad dormida sobre los árboles y las tímidas gotas que sudan en la frente de todas las ventanas de esta frenética ciudad.

Podrías recoger un poco del rocío que juega a deslizarse feliz sobre la rosa, en el único jardín elegante del barrio y otro tanto que viene desde una playa solitaria, que hace muchas noches dejó de figurar en los mapas porque la luna ya no la visita.
Podrías detenerte en una esquina mágica a esperar los huracanes que llevan mi nombre o las tormentas tropicales que aún no conoces y se debaten en el verde indeciso de un par de ojos en los que no te has mirado.

Te convendría preparar un cántaro para guardar el sudor que humea sobre los cuerpos, después de la pasión que todavía no aprendes y que pese a eso, ya no olvidas en tus sueños.

Podría sugerirte tambien comprar pañuelos.
Muchos pañuelos blancos para celebrar adioses y reencuentros.
Quizá hagan falta para contener las lágrimas con las que habrás de llorarme y reirme cuando me conozcas, para atrapar el aire de todos los suspiros que nazcan en tu pecho como pequeños tsunamis al pensarme y luego, al recordar lo que fuimos despues de habernos despedido.

Para constuir un diluvio mi tierno y desconocido amor , solo basta invocar el amor, el dulce amor y sus naufrágios, que es lo mismo que pedirle a Dios un barquito de papel para cruzar el océano, igual a dibujar en el horizonte una gran arca donde guardar todo lo bueno que nos espera al encontrarnos, donde no zozobren los días sin vivirlos, donde no mueras tú de tedio y yo de olvido.

Friday, October 10, 2008

EL NOBEL PARA BENEDICTO

Por: EDUARDO GONZALEZ VIAÑA

La señora Palin aspira a la vicepresidencia de Estados Unidos. Asegura que su fuerte es la política internacional porque Alaska, su estado natal, está frente a Rusia.
Los obispos católicos del mismo país hacen campaña por John McCain quien, según ellos, defiende la vida, aunque proclame la perpetuidad de la guerra en Irak. Con el mismo argumento, hace cuatro años le dieron el triunfo a George Bush cuya bestialidad ya había causado montañas de cadáveres.
El otrora próspero Pakistán acaba de llegar, según informa su presidente Ali Asif Zardari, al borde del caos. La dictadura de Pervez Musharraf y la necedad del Pentágono están entregando en manos de los bestiales extremistas religiosos un apocalíptico arsenal de armas nucleares.Mrs. Palin es enfática en su estupidez. La estupidez de los obispos es solemne. La del Sr. Bush es concienzuda. La risa que estos personajes nos provocan nos hace olvidar uno de los momentos más graves de la historia.
Por eso, la primera idea que tengo es que todos ellos merecen el Nobel de la Paz.Conozco, sin embargo, a una persona que de verdad lo merece y que tal vez no lo recibirá. Para uso de los reporteros, puedo darles su ubicación exacta. En el momento en que ustedes me leen, Benedicto García asciende penosamente la cumbre de una montaña de Tijuana próxima a la frontera de México con los Estados Unidos. Dentro de algunas horas llegará a la zona más peligrosa plagada de cruces dedicadas a difuntos no identificados. Por fin, llegará al muro que está edificando el gobierno…. y, de un salto, pasará al otro lado.
Benedicto ha vivido veinte años en los Estados Unidos. Lo han echado varias veces, pero ha regresado como lo está haciendo ahora. Durante la mayor parte de este tiempo, fue peón agrícola y su trabajo, al igual que el de otros millones de mexicanos es tan mal pagado que ha producido una de las canastas de alimentos más baratas del mundo.Benedicto paga puntualmente sus impuestos aunque tenga un número falso de seguro social. Al final del primer año que trabajó en esas condiciones, la entidad recaudadora le envió un número “transitorio” para que pueda continuar pagando, aunque por cierto, no recibirá jamás, en compensación, las contrapartidas del seguro contra el desempleo o la jubilación.
Benedicto García vive con la cuarta parte del dinero que recibe. El resto lo envía a su madre viuda, a su hermana que es madre soltera y a sus hermanos menores para que terminen sus estudios. Hace diez años se unió en Oregon con una joven mexicana que tenía papeles, pero a él lo echaron tantas veces que la unión dejó de funcionar.En febrero de este año, cuando creía haber hallado en otra muchacha el amor de su vida, el demócrata gobernador del estado canceló la licencia de conducir de todos los “ilegales” quienes, en consecuencia, quedaron en la condición de nonatos. Sin ese documento, no tan sólo no se puede manejar, tampoco se puede acreditar existencia, ni casarse, ni trabajar, ni caminar seguro hasta la esquina. Fue esa vez la vez en que una patrulla le echó guante en una redada que hicieron en su centro de trabajo.
Esta noche, sin embargo, Benedicto está feliz. Bajando el cerro, ve las luces de San Diego, y sabe que otra vez, podrá trabajar, enviar dinero a casa, abaratar la existencia de los otros pobres como él, poner en las noches la radio mexicana, emocionarse ante un corrido y pensar a la chica que verá este fin de semana. No importa lo que pase después.Propongo a Benedicto García para el Premio Nobel de la Paz. Sus pasos por el cerro de Tijuana y su contagiosa alegría son la mejor constancia de que los seres humanos somos cuerpos y espíritus colmados de amor.Me desdigo. Mejor que ese premio se lo den a la señora Palin, a los obispos o al presidente Bush.
La estupidez es tan infinita como el universo, pero más ostensible y televisiva. Benedicto yo nos contentaríamos con que a él le permitieran ser un hombre y le dieran una visa legal de trabajo.

Monday, October 6, 2008

HOMBRES DE PALABRA

Hombres de Palabra, es el título de una de las obras escritor bogotano Ignacio Ramírez recientemente fallecido, servirá de inspiración para un homenaje de los escritores colombianos en Miami este otoño. Publicada en 1989 junto con textos de Olga Cristina Turriago como una declaración de amor a la literatura, Hombres de Palabra es una obra que rescata y exalta el valor de la palabra escrita, y en la que sus autores elogian el sacrificio y la persistencia de los escritores colombianos y su gran batalla por expresar su visión particular del mundo con la materia prima del verbo.

Participan en el evento Armando Caicedo, autor de la novela "Que viva el obispo carajo"; Enrique Córdoba, comunicador, autor de "Mil historias y una mujer"; José Díaz Díaz, poeta y novelista, autor de "El último romántico", Janiel H. Pemberty, autor de "Fuga en sol menor para cuarteto imperfecto y otros cuentos", y John Jairo Palomino, autor del poemario "Memorias del Paraíso". Los escritores y poetas participantes hablarán de la importancia de la obra literaria y el legado cultural del desaparecido autor y darán a conocer sus obras. Es este uno de los muchos eventos que quiso realizar Ignacio Ramírez en la ciudad de Miami en asocio con la Fundacion Memoria Cultural, en su incursión por tierras estadounidenses. La presentación del evento estará a cargo de la poeta colombiana Marta Sepúlveda y la actriz Gladys Yánez leerá textos del escritor homenajeado.
Lugar: Consulado de Colombia en Miami
Hora: 8 PM
Fecha: Viernes 10 de Octubre de 2.008
Entrada Libre

Friday, September 26, 2008

FERIA DEL LIBRO DE NEW YORK: POR PURO AMOR AL ARTE

Cuando a gente como la barranquillera Jacqueline Donado se le mete algo en la cabeza, no hay quien la pare, gran gestora cultural, periodista reconocida y enamorada del arte. Con su iniciativa y determinación se llevará a cabo la III Feria del libro de New York desde el 3 de Octubre de 2.008, fecha en la que también se desarrollarán varios eventos culturales en la gran manzana. A principios del presente año, recibí un mail de Jacqueline expresando su gran interés por involucrar a escritores de Miami en la III versión de la Feria y gracias a los esfuerzos de la Fundación Memoria Cultural encabezada por John Jairo Palomino, iremos él y yo en calidad de Invitados Especiales.

La primera vez que oí hablar de ella fue cuando el diario La Prensa de New York, ella y su gran equipo cubrieron los trágicos sucesos del 11 de Septiembre. Desde esa época he seguido su trayectoria y me he enterado de su profunda preocupación por difundir la cultura latina en Estados Unidos.

Este año la Feria contará con la participación de por lo menos 100 autores en representación de 12 editoriales, que aseguran el éxito de éste evento. La jornada de apertura se llevará a cabo el viernes 3 de octubre, a partir de las 4 de la tarde, y que se prolongará hasta la 9 de la noche, en cuyo acto de inauguración intervendrá el reconocido presentador de noticias del canal NY-1 de Televisión, Dominic Carter, quien con su obra ‘’No mama´s boy’’, ha despertado a la vida del mundo literario el interés de conocer de una manera diferente los verdaderos problemas que afrontan los hogares en los Estados Unidos.

En el segundo día de actividades, el sábado 4 de octubre, el programa se desarrollará entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde, durante cuya fecha intervendrán varios de los más destacados autores participantes por Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, Grecia, México, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, y Estados Unidos, en una manera más cercana de convivencia entre los autores y los lectores y asistentes al evento, que crean la oportunidad de conocer a los escritores de una época moderna para la literatura y el saber en Nueva York y los Estados Unidos.

El certamen que está avalado por la Biblioteca Pública de Queens, ubicada en la zona más grande multirracial y lingüísticamente hablando de Nueva York y quizás de los Estado Unidos, en donde tienen asiento grupos que hablan más de 135 idiomas, cuenta con el apoyo de organizaciones como ‘’I love to read book’’, de Brooklyn, y de ‘’Queens Book’’, ambas en representación de los grupos afroamericanos, con Phill Andrews como cabeza visible de las dos entidades, por ser miembro de la junta de directores de las dos agremiaciones; y del grupo ‘’La Guarida’’, reconocida organización literaria de Nueva York, que pertenece al condado de El Bronx.

Al mismo tiempo, editoriales como Sitel, Urbi, Jaill Publishing House, que dirige Ann Miller; Calliope Press, Greater New York Independent Publisher Association – GNYIPA- y David L. De Total Package Publications, LLC, entre otras, ya han confirmado su participación en el certamen, con la presencia de las obras de sus principales autores, así como de varias de América Latina con libros editados en inglés y español de reconocidos escritores de esas regiones de este continente.

Desde ya prometo contarles acerca de nuestra participación y mis impresiones acerca de la Feria que poco a poco ha ganado un importante espacio como difusora de nuestra cultura latina y vitrina para la obra de autores que de otra manera no tendrían oportunidad de ser conocidos en éste país en donde el idioma español cada día cobra más fuerza.

Monday, September 22, 2008

ROBERTO PEREZ MORENO: LOS GAJES DEL OFICIO

Toda la vida me gustó el arte, mi familia fue de artistas y yo la llevo muy adentro pegada con la plastilina que me daban mis tíos para jugar. Al terminar el bachillerato, mi padre quería que yo fuera Odontólogo, me tocó hacer un semestre y no aguanté. Un amigo me vino con el cuento que iban a dar un curso en el Centro de Restauración en Bogotá y yo de inmediato supe que eso era lo que quería hacer.

Me contacté con la directora del museo de Antioquia y le conté lo del curso a ver que opinaba, le dije que era desertor de otra carrera pero que confiara en mí porque ésta si me gustaba. Me llamó un lunes para decirme que jueves y viernes eran las inscripciones, y yo sin pensarlo dos veces saqué papeles, metí lo que pude en una maleta, me fui a Bogotá dizque por unos días y mentiras que me quedé cinco años estudiando restauración.

Por cosas del destino me tocó volverme para Medellín y ya llevo 21 años trabajando en este oficio de devolver la vida a lo que se muere de viejo. Acá en Medellín pasa lo contrario de otras ciudades. Afuera las antigüedades están en los museos, aquí están en su mayoría en manos de coleccionistas privados. Además, reconstruir una obra de arte, es devolverle la vida a la historia, darle un valor al pasado y dejar mi huella de ello en el presente. Medellín tiene obras de arte que usted ni se imagina: Hace un tiempo vi una escultura de Rodín, cuadros de Van Gogh, Toulousse Lautrec, Degás, traídas de Europa en la época de la bonanza minera a principios del siglo XX, cuando las familias de los empresarios nuevos se iban a pasar largas temporadas a Europa y allá las compraban.

Somos tan nuevos que no recordamos lo viejo, el último virreinato fue el de la Nueva Granada y solo duró veinte años, por eso no tuvimos oportunidad de asentamientos que nos dejaran herencias tan valiosas como las de Perú, México o el mismo Brasil que fue la única colonia que tuvo rey, porque el de Portugal se vino a Brasil a gobernar desde ahì. El valor por lo antiguo no existe en nuestro país, cada día recortan más el presupuesto para la cultura y el arte. Sabe? Oscar Niemeyer construyó una casa que usted podía ver por esta ventana, imagínese, debería ser patrimonio de la humanidad y la tumbaron para construir semejante esperpento de edificio que se ve desde aquí.

Los materiales de hoy no son lo mismo, los artistas ya no se interesan en la calidad de sus obras, no se preocupan por garantizar que sus obras permanezcan en el tiempo. Hoy todo es desechable. Ya una obra de arte no es un documento histórico que nos cuenta como pensaban en esos tiempos, o como era el mundo de la época en que la hicieron. Me he encontrado con que me traen un cuadro y al restaurarlo hay otro por detrás del lienzo que vale más que lo que había a la vista y los dueños no tienen idea de su valor. Yo solo digo...perdónalos Señor, porque no saben lo que tienen.
Cuando restauro una obra ella me lo cuenta todo, dónde la tuvieron, si el clima era húmedo, si donde estaba había mucha luz o poca. Si el aire corría cerca, si había estaciones, si la trataron bien o la lastimaron. Por eso es que me gusta mi oficio, mi taller es un confesionario donde cada día el arte me revela sus secretos y sabe que están a salvo conmigo.

Monday, September 15, 2008

DANIEL BARENBOIM: LAS GUERRAS DEL ARTE

Cuando uno no sabe de música...no sabe, eso no es ninguna novedad. Lo curioso es que surge de pronto un personaje que te hace entenderla como si fueras un experto, esa es la magia de los verdaderos artistas. Casi podrías decir que conociste a Wagner, a Chopin o a Motzart después de vivirlos en su piano con un misticismo sobrenatural y un brillo que lo adorna y le da ese charm que no tiene edad, ni género, ni explicaciones racionales y solo poseen los verdaderos seres humanos tocados por Dios.

No se si ustedes lo han visto en People & Arts. Tiene un programa donde embruja con su carisma y sus explicaciones filosóficas a cerca de la música. Pone a prueba a los alumnos de las mejores academias del mundo y complementa sus interpretaciones de famosas piezas. Habla de vivir el autor, de hacer una traducción del pensamiento que lo inspiró y realmente uno logra captar la esencia, la emoción pura atrapada entre corcheas, blancas y negras que sin su orientación quizá ignoraríamos.

Este director de orquesta en Israel, crítico musical y reconocido pianista judío-argentino de 65 años, ha sido amenazado hace pocos días. A principios de este año, Barenboim, cuestionó la ocupación de Israel en Cisjordania, y recibió la ciudadanía Palestina en reconocimiento por sus acciones para promover el contacto entre músicos jóvenes árabes e israelíes. Se imaginan? Un hombre nacionalizado en Israel, recibe la ciudadanía Palestina, y además se atreve en el 2.001 a dirigir en Jerusalén una ópera del compositor alemán del siglo XIX Richard Wagner, pese al enojo en algunos barrios por la puesta en escena de una obra de un alemán acusado de opiniones antisemitas.

El arte es como un virus amigos, puede darse el lujo de convivir en los extremos más inauditos. Lastimosamente este personaje, que reside (para acabar de completar la historia) en Alemania, tuvo que hacer su última presentación con dos matones a sus espaldas. Yehezkel Beinish, presidente del Festival Internacional de Música de Cámara de Jerusalén, precisó que un grupo de israelíes de derecha se reunió el lunes por la noche fuera de la residencia de Barenboim en Jerusalén y amenazó con causarle daños físicos. "Decidimos no correr riesgos," dijo Beinish acerca de la decisión de destinar guardaespaldas para proteger a Barenboim.
Celebrò su cumpleaños 65 dando un concierto para financiar un proyecto de guardería musical. "En el día de cumpleaños hay que hacer lo que uno quiera y eso haré yo, lo que me gusta y considero importante", declaró antes de dirigirse a la sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín para ofrecer, como pianista, un concierto benéfico bajo la dirección de su colega y amigo Zubin Mehta. Según el músico, los fondos que genere el concierto se destinarán a uno de los últimos proyectos de la Fundación que lleva su nombre, en este caso a una guardería musical. "No se trata de una educación musical sino de educar a los niños a través de la música". Y para termina asegura, lo mejor de mi cumpleaños es que "A partir de ya, podré viajar en el metro de Berlín a mitad de precio"

El arte y las guerras de la vida en una sola persona. Qué les parece? Ahí se los dejo.
http://es.youtube.com/watch?v=YJeD8ckihN8

Wednesday, September 3, 2008

EL ATICO DE LOS POETAS

A partir de hoy, es un honor para mí ceder este espacio a la Casa de Poesía "Porfirio Barba Jacob" de Medellín. Desde "el ático de los poetas" como he decidido bautizar su participación, leeremos con regularidad a poetas del tamaño excepcional de Edgar Trejos, Cecilia Muñóz, Claudia Trujillo y todos los habitantes de un lugar en donde el poema no tiene color político, ni precio, ni condiciones, donde la poesía florece porque si, porque no hay remedio y porque se ha convertido en lo que debe ser: La más profunda expresión del alma. Y en virtud de ello, no será este blog sino la ventana por la cual ustedes vean el paisaje literario que ellos decidan mostrarnos.

Una vez al mes, serán los dueños de este pequeño territorio soberano en donde nos contarán lo que quieran, espero que ustedes que han sido magnificos conmigo, los acojan, participen y disfruten de su maravilloso aporte.


EPITAFIO ENCONTRADO EN EL CEMENTERIO
“PBRO. PABLO VILLEGAS GIRALDO” DE ENVIGADO


TIEMPO ACTUAL
Quiso escribir un drama: Largos años estudió en La Débora aferrado a una inútil dedicación que lo llevó a ninguna parte, él mismo fue actor y director de su propio drama, enclaustrado en esas aulas de miedo donde sólo perdía su virginidad intelectual día tras día sin gloria alguna que reivindicara su fatigoso devenir. Dijeron que se creía Shakespeare.

Quiso escribir una novela: Iba mucho a la casa de la cultura donde se imaginó genio desconocido, truhán, gestor cultural, depredador de ficciones, ileso terrorista siempre de imaginarios increíbles, salvador incansable de la precaria situación de las artes en su dulce parroquia, diletante artista obsesivo en innúmeras aventuras, hasta que perdió la fe en su futuro porque allí, respirando aires de oficina entre graves matronas que vegetaban a la espera de la iluminación nominal nada alentaba su destino insigne. Dijeron que se creía Proust.

Quiso escribir un cuento: Pasaba horas y horas perdido en silenciosas lecturas en la biblioteca maquinando a la vez imaginarias encerronas que resultaban ciertas al siguiente día. Sumido todo en un silencio ondeante y sudorosos delirios, imaginaba incansable ser el único héroe existente, después del gran desobediente civil nunca tenido en cuenta pero reconocido al cabo de los años aunque sus libros se leyeran poco en la Magna ciudad de las vigas, para la ardua y alta vida literaria a la se creía destinado por tradición y legendario pasado. Dijeron que se creía Chéjov.

Quiso escribir un poema: Fungía ser un perfecto indiferente o sublime emocionado en otra parte, siempre en otra parte de sus territorios íntimos, despierto conversador acomodado en las atestadas bancas del parque, paseante empedernido hundido en el rigor de estas calles bajo el sol de los desempleados, soñador inveterado de lejanas tierras a fin de hallar un día no lejano una patria más benigna con sus Hombres Ilustres y él lo era, sin duda, por vocación, irresistible encanto y espíritu de elevadas y nobles y estéticas producciones poéticas. Dijeron que se creía Barba Jacob.

Quiso escribir una carta: Merodeaba expectante las oficinas de los concejales del alcaldía a la espera de alguna migaja de los presupuestos participativos que bendijera y de paso cambiara la malhadada suerte, la marginación social de sus vecinos de zona. Dijeron que se creía Bolívar.

Quiso escribir un diario: Tardes y noches se engolosinaba en la tienda de los necesitados artistas, esos eternos desadaptados, acodado en esas mesas de tristeza a la luz de inextinguibles tintos, rones, cervezas, con émulos de intelectuales del gay saber y féminas de diversa estirpe que nunca le prodigaron el goce de su piel de amaranto, ese bronceado especial que no sólo a él enloquecía, logrado en las playas del Salado, en realidad el encandilamiento mayor que deseaba registrar, se sabe, para la posteridad de sus exiguas notas personales. Dijeron que se creía Pavese.

Quiso escribir una despedida: En realidad no asistía a evento cultural alguno. Era un funcionario de raras fobias, orgulloso de su escarapela oficial de tiempo libre permanente y sólo tenía como ocupación importante la participación ciudadana a la que debía su vida en vida de notable desocupado. Dijeron que se creía Cervantes.

Dejó de escribir: Nunca se leyó en verdad nada suyo digno de mención. Lo olvidaron las furiosas consejas en las tertulias de vecinos, las anodinas conversaciones de los amigos en los bares, las amigas de felino danzar lo olvidaron porque a ninguna prodigó placer ni pasarelas, lo olvidaron las estampillas procultura, prosalud, proempleo, prosueños dignos con algún asidero para los desconocidos escritores nunca tenidos en cuenta y a los que nunca se les concedió nada que valiera la pena en la gran villa de inigualable calidad vital, lo olvidaron la dirección de cultura general, la alcaldía por la que tantas veces votó y ovacionó. Todos lo olvidaron, el tiempo lo olvidó. Dijeron que se creía Rimbaud.

Quiso escribir un epitafio: Pero no tuvo tiempo. Lo demoraban sin remedio sus aspiraciones políticas…

Sunday, August 31, 2008

AÍDA LEVITÁN: IMPORTA LO IMPORTANTE

Los pioneros no son solamente aquellos que se embarcan en una expedición sangrienta a conquistar tierras desconocidas y a punta de hacha y machete rompen la selva, trazan mapas, colonizan poblaciones y bautizan ciudades con nombres exóticos.
No son solo aquellos que queman sus naves y se arrojan al mar a pesar de los tiburones con tal de conseguir sus empeños. Tampoco son únicamente los que traen de las nuevas tierras indígenas desnudos, oro y especias extrañas.

Los pioneros modernos son todos los empeñados en construir oportunidades donde no las había, en convertirse en puentes que conectan las cuadriculadas esquinas de pensamientos establecidos, que no dan por sentado como es el mundo y por lo tanto abren caminos por donde transitan los sueños de muchos que hasta entonces no tenían oportunidad de ser escuchados y validados en sus aportes a la sociedad en que viven.

Cuentan que hace tiempo llegó de Cuba una niña de trece años llamada Aída Levitán. Proveniente de una familia humilde; con su madre y su hermano se radicaron en Miami Beach, trabajó como secretaria y la historia no sería diferente a la de muchos si no es porque obtuvo por su empeño y méritos, becas para estudiar una carrera universitaria y un Ph.D. Y porque Aída es una pionera, de eso no cabe duda.

A partir de entonces no se ha detenido un solo minuto. Ha trabajado, dirigido y creado empresas de publicidad y relaciones públicas, ha promovido eventos multitudinarios a favor de la difusión de la cultura y se ha comprometido hasta los huesos en dar a conocer los valores hispanoamericanos, labor por la cual ha recibido numerosos reconocimientos.

En un artículo de Newsweek del 2003, “Murió la Poesía. ¿Le importa a alguien?”, Bruce Wexler afirma que la mentalidad de “fast-food” de nuestra sociedad y los medios han asesinado a la poesía,” a la cual llama el género superior de la literatura.

...la poesía es el único género artístico en que el número de personas que lo crean es mucho mayor que el número de personas que lo aprecian…Como sociedad, carecemos del conocimiento y compromiso…Ellos desean géneros en que predomine la narrativa, porque la consideran más comercial… La poesía está diseñada para un época en la gente valoraba la palabra escrita y tenían el tiempo e inclinación para poseerla en su manifestación más alta.

Aída dice que no está de acuerdo, ella afirma que la poesía sigue teniendo relevancia para el mundo moderno y merece apoyo. Nos invita a acompañarla en el empeño de mantenerla viva, para lo cual ha ideado una editorial sin ánimo de lucro llamada ULTRAMAR, cuyo lanzamiento del primer título se denomina POESÍA VIVA del escritor cubano Rodrigo de la Luz. Con ella pretende divulgar las obras de autores hispanos del Sur de la Florida.

Desde esta semana el libro se encuentra disponible en BOOKS & BOOKS, yo los invito a que apoyemos el nuevo proyecto de esta pionera, a no dejarla sola en este empeño porque lo urgente no puede dejar de lado lo importante y porque rescatar el arte es una forma de rescatarnos a nosotros mismos.
Qué bueno que todavía hay gente que cree que hay muchas cosas grandes por hacer… y las hace!

Wednesday, August 27, 2008

EL MUNDO AL REVÉS

Una buena mañana soleada, con esos soles napolitanos de la Italia bohemia, soles que reblandecen la cabeza de los más testarudos y alcanzan la calva de los curas que se levantan con el alba. Soles mediterráneos que colaboran con el recalentamiento de nuestro querido planeta y de los pensamientos de algunos por estos días.
Claro, éste es un sol muy particular, ustedes pueden imaginar lo que se sufre en la Costa Azul, el trabajo arduo de un sacerdote con una parroquia blanca que mira al mediterraneo mientras reza avesmarias rodeado de monjitas que le preparan pasta al burro y escancian sus jarrones saturados de Chianty para calmar la sed que lo devora.

Nooo, que vida tan complicada, cómo quisiera yo fundar una comunidad parecida. Hacer mis oraciones mañaneras en un risco salvaje donde las olas rompen sus disgustados ímpetus. Manejar un camión que tose y escupe en cada curva y cantar mis alabanzas a la buena muerte a ritmo de acordeón, recostada en alguna esquina de la plaza principal del paisiño como dicen allá.

El problema es que esa tormentosa vida parece afectar el cerebro a los desdichados que la padecen. Para la muestra el botón del padre Antonio Rungi, sacerdote y teólogo italiano que lanzará en Septiembre vía blog una convocatoria para la elección de “MISS SISTER 2008” a la cual se pueden inscribir las monjas que consideren que tienen los suficientes atributos terrenales como para hacerse acreedoras a la corona. Con esto “desea darles más visibilidad dentro de la Iglesia Católica, para combatir el estereotipo de que todas son viejas y severas”. "No vamos a hacer desfilar a las monjas en traje de baño", subrayó el domingo el padre Antonio Rungi vía telefónica desde su poblado de Mondragone. "Pero ser fea no es un requisito para convertirse en monja. La belleza externa es un regalo de Dios, y no debemos ocultarlo, las monjas están un poco excluidas, están un poco marginadas en la vida eclesiástica”.

Con tan luminosa idea el mencionado clérigo pretende promover el trabajo de las hermanitas y de paso hacerle propaganda a la aporreada imagen de los religiosos modernos que por conocidos escándalos han ocupado primeros lugares en las noticias mundiales.

En fin, le abono al padrecito el deseo de promocionar a las religiosas y dar a conocer sus trabajos en la comunidad, pero yo me pregunto: Porqué más bien monta una productora de videos y se dedica a filmar películas porno con los sacerdotes vecinos? Quizá sea más rentable y pudiera colectar fondos suficientes para reconstruir iglesias, conventos, seminarios, montar uno que otro comedor comunitario que condujeran con toda diligencia las monjitas que quiere sacar del anonimato, o tal vez mucho mejor, establecer un programa de becas para que las más inteligentes se vayan a preparar y regresen a aportar sus recién aprendidas destrezas a la comunidad que las patrocinó con la compra de las películas en cuestión.

Cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa. Ustedes podrán llamarme anticuada si quieren, pero caramba, monjas en reinados de belleza es como hacer una fiesta de ladrones en las oficinas del tesoro o una convención de vegetarianos en un rodizio. Por las razones que sea, hay límites que valdría la pena considerar. Si es que realmente todavía tiene algún sentido dedicarle la vida a Dios y a una vocación de entrega al servicio del prójimo más allá del comercio y sin terminar convertido en una marca promocional por muy buenas intenciones que sean las que nos impulsan.

En virtud de esta novedosa teoría propongo que las funerarias promocionen sus eficientes servicios lanzando un concurso para elegir al muerto más sexy. Los hospitales compitan por el enfermo más apuesto y las cárceles de máxima seguridad elijan al asesino más tierno. Inventémonos un Oscar para premiar éstos genios creativos. O un una categoría nueva del Novel para condecorar a los violadores que se porten bien cuidando niños en un jardín infantil. Mejor dicho amigos, apague y vámonos que este mundo se está acabando.

Wednesday, August 20, 2008

A FANNY LO QUE ES DE FANNY

Este fin de semana falleció una canción. La salsa quedó coja en Cali, una parte de nosotros se fue para el otro mundo sin pedir permiso y Fanny Mickey se mudó con su música al más allá dejando un reguero de huérfanos, listos para la próxima rumba donde seguro cantaremos el título de éste post como lo reza la letra de la canción que Cesar Mora le compuso.

Yo quiero morir como ella, bien viva hasta los 78 y con cuerda para dar guerra en el cielo hasta que San Juan agache el dedo. Ya la imagino organizando allá arriba sus desórdenes, con esa sonrisa suya que no le cabía en la boca y ese rojo gritón sobre los labios. Con esa velocidad de crucero que no aguantaba la lentitud de los pobres mortales que trataban de seguirla. Quiero vivir así, desafiando relojes pesimistas, siempre al borde del cuchillo, irreverente, apurada por llegar a todas partes, importaculista y reaccionaria.

Fanny se vino de Argentina detrás de un amor que la dejó tan ciega que no veía sino con el corazón, abría la boca y le salían palomas en vez de palabras y su alma incendiada de sueños alumbraba las espesas noches del teatro triste antes de ella. Llegó para descubrir que uno no es de donde nace sino de donde más lo extrañan; para quedarse en Cali donde las mujeres son como las flores y ella la más de todas, con aroma y semillas esparcidas en todos los rincones de Colombia.

El sábado por la tarde al conocer su deceso, Niche cantó a gritos su despedida desde la Plaza de Toros de Bogotá. Tal como ella quería, en una fiesta por la vida, por lo bueno, por lo que nunca muere. Y un gentío acompañó su féretro hasta el capitolio, no para decirle adiós, sino gracias por haber nacido, por haberse enamorado y en esa mágica equivocación, haber venido a vivir su fiesta con nosotros hasta la hora en que los gallos trasnochados cantan su kikiriki a ver si el sol termina con la rumba.

Quiero fundar una familia como la suya del teatro, con amigos iguales que me escriban graffitis sobre el ataúd con palabras de aliento para animarme a cruzar el charco. Como los mil maridos que la adoraron sin haberse casado con ella, como el montón de madres que no la parieron pero la quisieron como si lo hubieran hecho, o los mil hijos adoptivos y centenares de hermanos de noche, teatro y bohemia que se vieron de un momento a otro sin saber qué hacer con ese hueco en el estómago por su partida.

Pues nada Fanny, acá nos quedamos con más ganas de ti. Nunca fue suficiente tenerte, sufrirte, amarte. Nos hubiera gustado que fueras, porque seguro hubieras podido ser, la primera inmortal de este planeta. Conservarte entre nosotros para siempre en piernas (memorables) y alma, para celebrar otros veinte años del Festival Internacional de Teatro, que se te ocurrió con Ramiro un día de esos en que te quedabas callada y todos temían tu silencio porque era como el de los niños…peligroso. Para embarcarnos en otra locura tuya de esas que termine convertida en edificio, en saltimbanqui o en que se yo qué locuras; para verte volar como hace unos meses sobre Bogotá, en la última edición del Festival, atada de una cuerda y rodeada de ángeles eróticos.
Para verte posar a tus 60 promocionando la obra “Yo amo a Shirley” en la portada de una revista y darnos cuenta que te veías más sexy vestida que toda la negrura del futbolista Luis Carlos Perea que sostenía desnudo tu sobrero con un “gancho invisible”.

Para ver de lejos tu cabello anaranjado y saber que todo sigue, que lo bueno no se acaba porque hay gente como tú encargada de recordárnoslo. Y que hay personas que la enfermedad no las termina, almas que ni siquiera la muerte puede derrotar.

Quiero como tú, desafiar a Borges cuando decía que el tango es un pensamiento triste que se baila, porque te rumbeaste muerta de la risa el tango de la vida hasta el último de tus días; desautorizar a Dios cada mañana cuando despierta mamado de inventar el universo a escribir para nosotros una página monótona, porque ya no se le ocurre nada después de tantos siglos y tantas decepciones que le damos y verte romperla en sus narices para escribirte tú una nueva llena de aventuras. Quiero burlarme contigo en la propia cara de los incrédulos diciendo un SI SE PUEDE y como un virus contagiar a todos los NO que me rodean.

Reposarás dividida entre Buenos Aires y tu casa de Islas del Rosario, igual viviste entre Bogotá y Cali así que no será ninguna novedad. Mejor dicho Fanny, sé que más temprano que tarde llegaré a tu próxima función, ya pregunté por los abonos y todos están vendidos. Déjame entonces un zapato atravesado en la puerta del paraíso para poder colarme, o mándame por mail celestial un pase de cortesía. No quiero perderme tu debut y si no se puede, guárdame un boleto VIP en primera fila para verte después cuando vayas de gira hasta el infierno.

Thursday, July 31, 2008

MANUAL DEL BUEN AMERICANO

Ha llegado como siempre a mi buzón el “Correo de Salem”. Torreón desde donde uno de los escritores latinos más reconocidos en Estados Unidos, Eduardo González Viaña mi amigo y parcero, grita a los cuatro vientos nuestras inmigrantes tristezas y denuncia la crisis y las terribles condiciones que aquejan por estos días a los que vivimos en la tierra del “insomnio americano”.

Su nota de hoy se titula “Recetas para ser un buen pobre”. En ella teme por la suerte de las ardillas del Central Park de New York, porque ya más de uno las mira con ojos golositos, y las imagina estofadas, asadas, cocidas o como sea, pero listas para ser devoradas en vista de que no hay con qué comprar algo en el supermercado. También explica la economía “for dummies” que impera en el imperio, jeje y el juego tan estúpido que practicamos todos al ingresar en la legión de tarados mentales que desborda los límites de sobrepoblación en los cuatro puntos cardinales de ésta dichosa patria.

Para no ser copietas y mejor hacer una nota desde el punto de vista positivo, su análisis me deja pensando en un posible “MANUAL DEL BUEN AMERICANO” que desde ya comienzo y de seguro será un best seller como todos los que a raíz de este blog ya empecé a escribir y aún no termino.

Así que ahí les van mis primeras recomendaciones, una primicia que no muchos pueden darse el lujo de recibir en sus correos. Después no digan que nadie fue lo suficientemente sabio, certero, honesto y atrevido como para tener en cuenta las advertencias de Eduardo y hacerles eco. Para que luego no haya el consabido llanto y crujir de dientes pronosticado para todos en el purgatorio gringo, que en últimas, no está en el más allá sino en el más acá a la vuelta de nuestras esquinas y de nuestras billeteras.

NO PIENSE MUCHO: En este capitalismo salvaje, el que piensa pierde. No cuenta que usted se sienta mal, que no sea feliz, que haya dado hasta la última gota de su sangre por tener derecho a un lugar así sea al final de la cadena alimenticia, aunque esté cansado y ya no pueda más. Lo importante en vez de ponerse a filosofar, a preguntarse cuál es el sentido de su vida y el objetivo de su existencia, es ponerse a trabajar como una mula mi querido, que como reza el credo de los ancestros anglo-sacones, el paraíso solo se alcanza por mérito del trabajo berracamente arduo.
NO PARE: Si por alguna razón pierde su trabajo, o le disminuyen las horas del mismo no se detenga. No se le ocurra tomarse esas horitas para dedicarlas a su familia -que cada uno se las arregle como pueda_, o al estudio o simplemente al mortal ocio. Salga de inmediato a buscarse otro part-time, ya sabe si no trabaja no come, no paga los bills y por lo tanto se le viene abajo todo ese castillito de plástico, construido a costillas de su mejor y única amiga en USA, la Master Card, esa no le falla mientras usted no le falle a ella. Ayyyy, si todas las relaciones humanas fueran así de equitativas estaríamos en el cielo.
CONSUMA, COMPRE Y ACEPTE TODAS LAS TARGETAS DE CREDITO QUE LE OFREZCAN: No se va a ver los juegos de Beijing en un plasma gigante en su sofá, con una Budweiser bien fría y solo? Noooo. Ese es el mejor premio para los residentes de la tierra prometida, encarnar al héroe mas conocido de hace unas décadas “el casero solitario”, eso de compartir es peligroso mejor que cada uno compre lo suyo, por ser aplicado en este punto lo premian, le regalan otras mil formas de endeudarse. Cómo no aceptar semejante distinción? Es un verdadero honor ser parte de los cuatrocientos millones de borregos crediticios que forman la especie más próspera y respetada del planeta. Es una dicha a la hora de pagar un café de 1.69 dólares sacar la tira de 14 tarjetas de crédito a ver con cual pago y así a fin de mes, hacer esa jugada maestra que aprendemos pronto, consistente en pedir un avance en la Visa, para pagar la American Express y así sucesivamente con las doce restantes, hasta regresar al principio. Uff, we are the champions, pa´que.
NO SE ENAMORE: Ese es el peor negocio que usted puede hacer en USA, si la selección le sale mal amigo, usted está totalmente perdido. Un divorcio, le cuesta los riñones, el hígado y parte del páncreas. Y si le sale bien y ella se enferma o le pasa algo imagínese, otro problema a los problemas. Así que para qué se mete en camisa de once varas? Búsquese una buena pareja, no importa como sea, ni que le preocupe un rábano su suerte mientras cumpla en la cama y en el banco y eso si, nada de estar separados, llévesela a vivir cuanto antes a su casa para que ayude a pagar rápido la próxima 4x4 y la cuenta de la luz. Si usted logra sostenerse al día en este punto, no necesita morirse para ir al cielo, estará en él desde ahora. Lo felicitarán todos sus vecinos, será la envidia de sus amigos, y además… le ofrecerán esta vida y las que le faltan para la iluminación a cambio de “prácticamente nada” para formar parte de los nominados cada año a acceder a un nuevo crédito, para que su puntuación en el “honor roll de los deudores” suba como la espuma y usted pueda considerarse dichosamente americano.
NO SE LE OCURRA ENFERMARSE. Cómprese en la farmacia el kit de medicinas antidepresivas, el Tylenol Night, las aspirinas, los vendajes, las vitaminas, los anti inflamatorios, las de dormir, las de reanimarse, todas las que encuentre; y por favor, no olvide pagarlas con su mejor amiga. Si por alguna desgracia amanece con fiebre, tos, o cualquier otro síntoma, pida una ambulancia que lo lleve al trabajo, allí por lo menos le pagan las horas que dure antes de morir y quién quita, quizá despues de muerto pueda demandar por alguna vaina parecida a un accidente o muerte por stress, nunca al hospital porque allí se puede poner peor y la cuenta corre en su contra.
PIDA LA CIUDADANIA YA. Entre más rápido la obtenga mejor, eso de ser inmigrante no es “cool”, no da categoría, no le paran bolas cuando pide empleo, las mujeres no lo voltean a mirar ni para despreciarlo, en fin, no haber renunciado a su nacionalidad, no haber apostatado de su origen es muy gay. Y perdónenme los gays por favor (ustedes saben que los adoro), sobre todos los que no son ciudadanos porque a estos pobres si se los llevó el que los trajo.

Finalmente amigos, para dejar de lado la mamadera de gallo tan colombiana, póngase pilas porque la cosa se va a poner color de hormiga en este país si no escuchamos a gente como Eduardo, a éste paso los únicos que estrenarán algo en la próxima navidad serán los niños y las mujeres y no por cuestiónes humanitarias, sino porque solo ellos usan Winnies y Stay Free y éstos no son reutilizables.
La sociedad Norteamericana a la cual todos pertenecemos, es un niño malcriado queridos lectores y desafortunadamente, no tiene edad para recordar la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado. No vió a los banqueros de Wall Street arrojádose por las ventanas. Aquí nadie está acostumbrado a que llegue un día en que se tenga que decir que NO a algo que desea o necesita. Mal que bien, siempre nos salimos con la nuestra, así después nos estemos quejando o del cuello con las cuentas. Siempre nos hemos dado maña para aplicarnos la dosis personal de shopping, o de dopping emocional que nos mantiene en el establo, relativamente sumisos y aletargados.
Quizá si no escuchamos las trompetas de peligro que suenan a lo lejos, si no despertamos y en realidad nos hacemos cargo de nuestras vidas y no dejamos que el comercio, el mercado, los políticos decidan por nosotros, en fin, si no maduramos, esto ha estado mal, va mal y terminará mal. Porque lo que mal comienza...mal acaba.
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Fotografía by Figuratura, ver sobre su trabajo increible en Flickr.com

Monday, July 14, 2008

EL ULTIMO ESCOLTA ANTES DEL INFIERNO

En el cementerio de Monte Sacro de Medellín, a la diestra de Dios Padre o sea justo contra la pared derecha de la iglesia del mismo, se encuentra la tumba de Pablo Escobar.

Una tumba comunitaria como no habia visto antes ninguna, al mejor estilo de los faraones y reyes prehispánicos enterrados con toda su familia está Pablo, su hermano Luis Fernando, Juan Manuel su tío, Teresa la nana que lo crió, su escolta Agudelo alias “El limón” quien murió con él aquella tarde del 2 de Diciembre del 1993, y su madre Doña Herminda. Un pabellón amplio, sobrio con los años, cubierto de una hierba exótica y perfecta de un verde eterno.

De alguna parte sale a mi encuentro Carlos Vanegas, cuidador “oficial” y me dice: “Lo conocí en Envigado, repartiendo mercados para la gente pobre, las filas eran tremendas y la plaza se llenaba hasta el tope. Aquí se encuentra él acompañado de sus más cercanos. El día que murió este cementerio era una sola romería de gente, llegaron mariachis con serenatas, rompieron las ventanas de la iglesia y casi acaban con todo, traian flores y lloraban como si se les hubiera muerto su padre. Mucha gente lo quería porque a pesar de todo, fue generoso con los pobres, muchos le deben sus casas y sus trabajos. Vinieron camarógrafos de todo el mundo y casi linchan a uno que en un momento quiso hacer un discurso en su contra.


A Pablo no lo mató el ejercito, en la exhumación de sus restos unos años después, al tomar unas muestras de ADN para una demanda de paternidad que hizo una mujer y que terminó siendo puro cuento, se comprobó que no tenía tiros en ninguna parte del cuerpo, solo uno en el oído porque el mismo acabó con su vida. Siempre dijo que prefería una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos.

Al principio, las agencias de turismo armaron toures con el recorrido por varios lugares, el barrio "Pablo Escobar" que él construyó donde las mismas hermanas recibían a la gente y les contaban historias, Guatapé la Hacienda que tenía cerca, el lugar donde lo mataron y hasta a veces viajes a Nápoles, la finca enorme que tenía por la Dorada.

Han venido de todo el mundo, de Arabia, Europa, gringos, todos toman fotos y preguntan cosas, otros le traen serenata y se toman sus guaros arrodillados para contarle cosas, llenan la tumba de pétalos o traen ramos de flores. Mire estas palmas que están cerca, todas marcadas a punta de cuchillo con los nombres de los que vienen a verlo, ya no cabe uno más.

Yo cuido la tumba, cuando viene la gente les cuento lo que pasó y su hermano me dejó este cuaderno para quien quiera firmar la visita y deje mensajes. Es nuevo, porque el anterior ya se llenó y lo cambiaron. Otros vienen a llorarlo, a contarle sus penas y a rezar por la salvación de su alma, a pedirle milagros. Cada mes viene la familia y me deja una liguita para comprarme un refresco y los visitantes también me dan lo que pueden, la limpio con un balde que tengo escondido ahí atrás, y nunca me llevo nada de lo que le dejan, solo las monedas que le tiran porque yo soy un tipo muy serio. Ya van a ser quince años, yo llevo catorce cuidándola pero mire, ahí puede ver los ramos es como si se hubiera pasado ayer, el tiempo es una cosa jodida, muy jodida si señora y hay muertos que nunca acaban de morirse".

Sunday, June 22, 2008

EL SEXO POR ISABEL ALLENDE

Mi vida sexual comenzó temprano, más o menos a los cinco años, en el kindergarten de las monjas ursulinas, en Santiago de Chile. Supongo que hasta entonces había permanecido en el limbo de la inocencia, pero no tengo recuerdos de aquella prístina edad anterior al sexo. Mi primera experiencia consistió en tragarme casualmente una pequeña muñeca de plástico.
-Te crecerá adentro, te pondrás redonda y después te nacerá un bebé - me explicó mi mejor amiga, que acababa de tener un hermanito. ¡Un hijo! Era lo último que deseaba.
Siguieron días terribles, me dio fiebre, perdí el apetito, vomitaba. Mi amiga confirmó que los síntomas, eran iguales a los de su mamá. Por fin una monja me obligó a confesar la verdad.
-Estoy embarazada -admití hipando.
Me vi cogida de un brazo y llevada por el aire hasta la oficina de la Madre Superiora.

Así comenzó mi horror por las muñecas y mi curiosidad por ese asunto misterioso cuyo solo nombre era impronunciable: sexo.
Las niñas de mi generación carecíamos de instinto sexual, eso lo inventaron Master y Johnson mucho después. Sólo los varones padecían de ese mal que podía conducirlos al infierno y que hacía de ellos unos faunos en potencia durante todas sus vidas.

Cuando una hacía alguna pregunta escabrosa, había dos tipos de respuesta, según la madre que nos tocara en suerte. La explicación tradicional era la cigüeña que venía de París y la moderna era sobre flores y abejas. Mi madre era moderna, pero la relación entre el polen y la muñeca en mi barriga me resultaba poco clara.
A los siete años me prepararon para la Primera Comunión. Antes de recibir la hostia había que confesarse. Me llevaron a la iglesia, me arrodillé detrás de una cortina de felpa negra y traté de recordar mi lista de pecados, pero se me olvidaron todos.

En medio de la oscuridad y el olor a incienso escuché una voz con acento de Galicia.
-¿Te has tocado el cuerpo con las manos?
-Sí, padre.
-¿A menudo, hija?
-Todos los días...
-¡Todos los días! ¡Esa es una ofensa gravísima a los ojos de Dios, la pureza es la mayor virtud de una niña, debes prometer que no lo harás más! Prometí, claro, aunque no imaginaba cómo podría lavarme la cara o cepillarme los dientes sin tocarme el cuerpo con las manos. (Este traumático episodio me sirvió para 'Eva Luna', treinta y tantos años más tarde. Una nunca sabe para qué se está entrenando).

Nací al sur del mundo, durante la Segunda Guerra Mundial en el seno de una familia emancipada e intelectual en algunos aspectos y casi paleolítica en otros.. Me crié en el hogar de mis abuelos, una casa estrafalaria donde deambulaban los fantasmas invocados por mi abuela con su mesa de tres patas. Vivían allí dos tíos solteros, un poco excéntricos, como casi todos los miembros de mi familia. Uno de ellos había viajado a la India y le quedó el gusto por los asuntos de los fakires, andaba apenas cubierto por un taparrabos recitando los 999 nombres de Dios en sánscrito.

El otro era un personaje adorable, peinado como Carlos Gardel y amante apasionado de la lectura. (Ambos sirvieron de modelos -algo exagerados, lo admito- para Jaime y Nicolás en 'La casa de los espíritus'). La casa estaba llena de libros, se amontonaban por todas partes, crecían como una flora indomable, se reproducían ante nuestros ojos.
Nadie censuraba o guiaba mis lecturas y así leí al Marqués de Sade, pero creo que era un texto muy avanzado para mi edad el autor daba por sabidas cosas que yo ignoraba por completo, me faltaban referencias elementales.

El único hombre que había visto desnudo era mi tío, el fakir, sentado en el patio contemplando la luna y me sentí algo defraudada por ese pequeño apéndice que cabía holgadamente en mi estuche de lápices de colores. ¿Tanto alboroto por eso? A los once años yo vivía en Bolivia. Mi madre se había casado con un diplomático, hombre de ideas avanzadas, que me puso en un colegio mixto. Tardé meses en acostumbrarme a convivir con varones, andaba siempre con las orejas rojas y me enamoraba todos los días de uno diferente.
Los muchachos eran unos salvajes cuyas actividades se limitaban al fútbol y las peleas del recreo, pero mis compañeras estaban en la edad de medirse el contorno del busto y anotar en una libreta los besos que recibían. Había que especificar detalles: quién, dónde, cómo. Había algunas afortunadas que podían escribir:' Felipe, en el baño, con lengua.'
Yo fingía que esas cosas no me interesaban, me vestía de hombre y me trepaba a los árboles para disimular que era casi enana y menos sexy que un pollo. En la clase de biología nos enseñaban algo de anatomía y el proceso de fabricación de los bebés, pero era muy difícil imaginarlo. Lo más atrevido que llegamos a ver en una ilustración fue una madre amamantando a un recién nacido. De lo demás no sabíamos nada y nunca nos mencionaron el placer, así es que el meollo del asunto se nos escapaba ¿por qué los adultos hacían esa cochinada?

La erección era un secreto bien guardado por los muchachos, tal como la menstruación lo era por las niñas. La literatura me parecía evasiva y yo no iba al cine, pero dudo que allí se pudiera ver algo erótico en esa época. Las relaciones con los muchachos consistían en empujones, manotazos y recados de las amigas: dice el Keenan que quiere darte un beso, dile que sí pero con los ojos cerrados, dice que ahora ya no tiene ganas, dile que es un estúpido, dice que más estúpida eres tú y así nos pasábamos todo el año escolar. La máxima intimidad consistía en masticar por turnos el mismo chicle. Una vez pude luchar cuerpo a cuerpo con el famoso Keenan, un pelirrojo a quien todas las niñas amábamos en secreto. Me sacó sangre de narices, pero esa mole pecosa y jadeante aplastándome contra las piedras del patio, es uno de los recuerdos más excitantes de mi vida.

En otra ocasión me invitó a bailar en una fiesta. A La Paz no había llegado el impacto del rock que empezaba a sacudir al mundo, todavía nos arrullaban Nat King Cole y Bing Crosby (¡Oh, Dios! ¿Era eso la prehistoria? ). Se bailaba abrazados, a veces chic-to-chic, pero yo era tan diminuta que mi mejilla apenas alcanzaba la hebilla del cinturón de cualquier joven normal. Keenan me apretó un poco y sentí algo duro a la altura del bolsillo de su pantalón y de mis costillas. Le di unos golpecitos con las puntas de los dedos y le pedí que se quitara las llaves, porque me hacían daño. Salió corriendo y no regresó a la fiesta. Ahora, que conozco más de la naturaleza humana, la única explicación que se me ocurre para su comportamiento es que tal vez no eran las llaves.
En 1956 mi familia se había trasladado al Líbano y yo había vuelto a un colegio de señoritas, esta vez a una escuela inglesa cuáquera, donde el sexo simplemente no existía, había sido suprimido del universo por la flema británica y el celo de los predicadores. Beirut era la perla del Medio Oriente. En esa ciudad se depositaban las fortunas de los jeques, había sucursales de las tiendas de los más famosos modistos y joyeros de Europa, los Cadillac con ribetes de oro puro circulaban en las calles junto a camellos y mulas.

Muchas mujeres ya no usaban velo y algunas estudiantes se ponían pantalones, pero todavía existía esa firme línea fronteriza que durante milenios separó a los sexos. La sensualidad impregnaba el aire, flotaba como el olor a manteca de cordero, el calor del mediodía y el canto del muecín convocando a la oración desde el alminar. El deseo, la lujuria, lo prohibido...
Las niñas no salían solas y los niños también debían cuidarse. Mi padrastro les entregó largos alfileres de sombrero a mis hermanos, para que se defendieran de los pellizcos en la calle. En el recreo del colegio pasaban de mano en mano foto-novelas editadas en la India con traducción al francés, una versión muy manoseada de 'El amante de Lady Chaterley' y pocket-books sobre orgías de Calígula.

Mi padrastro tenía 'Las 'Mil y Una Noches' bajo llave en su armario, pero yo descubrí la manera de abrir el mueble y leer a escondidas trozos de esos magníficos libros de cuero rojo con letras de oro. Me zambullí en el mundo sin retorno de la fantasía, guiada por huríes de piel de leche, genios que habitaban en las botellas y príncipes dotados de un inagotable entusiasmo para hacer el amor. Todo lo que había a mi alrededor invitaba a la sensualidad y mis hormonas estaban a punto de explotar como granadas, pero en Beirut vivía prácticamente encerrada.
Las niñas decentes no hablaban siquiera con muchachos, a pesar de lo cual tuve un amigo, hijo de un mercader de alfombras, que me visitaba para tomar Coca-Cola en la terraza. Era tan rico, que tenía motoneta con chófer. Entre la vigilancia de mi madre y la de su chófer, nunca tuvimos ocasión de estar solos.

Yo era plana. Ahora no tiene importancia, pero en los cincuenta eso era una tragedia, los senos eran considerados la esencia de la feminidad. La moda se encargaba de resaltarlos: sweater ceñido, cinturón ancho de elástico, faldas infladas con vuelos almidonados. Una mujer pechugona tenía el futuro asegurado. Los modelos eran Jane Mansfield, Gina Lollobrigida, Sofía Loren. Qué podía hacer una chica sin pechos? Ponerse rellenos. Eran dos medias esferas de goma que a la menor presión se hundían sin que una lo percibiera. Se volvían súbitamente cóncavos, hasta que de pronto se escuchaba un terrible plop-plop y las gomas volvían a su posición original, paralizando al pretendiente que estuviera cerca y sumiendo a la usuaria en atroz humillación. También se desplazaban y podía quedar una sobre el esternón y la otra bajo el brazo, o ambas flotando en la alberca detrás de la nadadora.
En 1958 el Líbano estaba amenazado por la guerra civil. Después de la crisis del Canal de Suez se agudizaron las rivalidades entre los sectores musulmanes, inspirados en la política pan arábiga de Gamal Abder Nasser, y el gobierno cristiano. El Presidente Camile Chamoun pidió ayuda a Eisenhower y en julio desembarcó la VI Flota norteamericana. De los portaaviones desembarcaron cientos de marines bien nutridos y ávidos de sexo. Los padres redoblaron la vigilancia de sus hijas, pero era imposible evitar que los jóvenes se encontraran.
Me escapé del colegio para ir a bailar con los yanquis. Experimenté la borrachera del pecado y del rockn'roll. Por primera vez mi escaso tamaño resultaba ventajoso, porque con una sola mano los fornidos marines podían lanzarme por el aire, darme dos vueltas sobre sus cabezas rapadas y arrastrarme por el suelo al ritmo de la guitarra frenética de Elvis Presley. Entre dos volteretas recibí el primer beso de mi carrera y su sabor a cerveza y a Ketchup me duró dos años. Los disturbios en el Líbano obligaron a mi padrastro a enviar a los niños de regreso a Chile. Otra vez viví en la casa de mi abuelo.

A los quince años, cuando planeaba meterme a monja para disimular que me quedaría solterona, un joven me distinguió por allí abajo, sobre el dibujo de la alfombra, y me sonrió. Creo que le divertía mi aspecto. Me colgué de su cintura y no lo solté hasta cinco años después, cuando por fin aceptó casarse conmigo.
La píldora anticonceptiva ya se había inventado, pero en Chile todavía se hablaba de ella en susurros. Se suponía que el sexo era para los hombres y el romance para las mujeres, ellos debían seducirnos para que les diéramos la prueba de amor' y nosotras debíamos resistir para llegar 'puras' al matrimonio, aunque dudo que muchas lo lograran.
No sé exactamente cómo tuve dos hijos. Y entonces sucedió lo que todos esperábamos desde hacía varios años. La ola de liberación de los sesenta recorrió América del Sur y llegó hasta ese rincón al final del continente donde yo vivía. Arte pop, mini-falda, droga, sexo, bikini y los Beattles. Todas imitábamos a Brigitte Bardot, despeinada, con los labios hinchados y una blusita miserable a punto de reventar bajo la presión de su feminidad.
De pronto un revés inesperado: se acabaron las exuberantes divas francesas o italianas, la moda impuso a la modelo inglesa Twiggy, una especie de hermafrodita famélico. Para entonces a mí me habían salido pechugas, así es que de nuevo me encontré al lado opuesto del estereotipo. Se hablaba de orgías, intercambio de parejas, pornografía. Sólo se hablaba, yo nunca las vi. Los homosexuales salieron de la oscuridad, sin embargo yo cumplí 28 años sin imaginar cómo lo hacen. Surgieron los movimientos feministas y tres o cuatro mujeres nos sacamos el sostén, lo ensartamos en un palo de escoba y salimos a desfilar, pero como nadie nos siguió, regresamos abochornadas a nuestras casas. Florecieron los hippies y durante varios años anduve vestida con harapos y abalorios de la India. Intenté fumar mariguana pero después de aspirar seis cigarros sin volar ni un poco, comprendí que era un esfuerzo inútil.

Paz y amor. Sobre todo amor libre, aunque para mí llegaba tarde, porque estaba irremisiblemente casada. Mi primer reportaje en la revista donde trabajaba fue un escándalo. Durante una cena en casa de un renombrado político, alguien me felicitó por un artículo de humor que había publicado y preguntó si no pensaba escribir algo en serio. Respondí lo primero que me vino a la mente: sí, me gustaría entrevistar a una mujer infiel.
Hubo un silencio gélido en la mesa y luego la conversación derivó hacia la comida.. Pero a la hora del café la dueña de casa -treinta y ocho años, delgada, ejecutiva en una oficina gubernamental, traje Chanel- me llevó aparte y me dijo que sí le juraba guardar el secreto de su identidad, ella aceptaba ser entrevistada. Al día siguiente me presenté en su oficina con una grabadora. Me contó que era infiel porque disponía de tiempo libre después de almuerzo, porque el sexo era bueno para el ánimo, la salud y la propia estima y porque los hombres no estaban tan mal, después de todo.
Es decir, por las mismas razones de tantos maridos infieles, posiblemente el suyo entre ellos. No estaba enamorada, no sufría ninguna culpa, mantenía una discreta garçonière que compartía con dos amigas tan liberadas cómo ella. Mi conclusión, después de un simple cálculo matemático, fue que las mujeres son tan infieles como los hombres, porque sino ¿con quién lo hacen ellos? No puede ser solo entre ellos o todos siempre con el mismo puñado de voluntarias.
Nadie perdonó el reportaje, como tal vez lo hubieran hecho si la entrevistada tuviera un marido en silla de ruedas y un amante desesperado. El placer sin culpa ni excusas resultaba inaceptable en una mujer. A la revista llegaron cientos de cartas insultándonos. Aterrada, la directora me ordenó escribir un artículo sobre 'la mujer fiel'. Todavía estoy buscando una que lo sea por buenas razones. Eran tiempos de desconcierto y confusión para las mujeres de mi edad. Leíamos el Informe Kinsey, el Kamasutra y los libros de las feministas norteamericanas, pero no lográbamos sacudirnos la moralina en que nos habían criado.

Los hombres todavía exigían lo que no estaba dispuestos a ofrecer, es decir, que sus novias fueran vírgenes y sus esposas castas. Las parejas entraron en crisis, casi todas mis amistades se separaron. En Chile no hay divorcio, lo cual facilita las cosas, porque la gente se separa y se junta sin trámites burocráticos. Yo tenía un buen matrimonio y drenaba la mayor parte de mis inquietudes en mi trabajo. Mientras en la casa actuaba como madre y esposa abnegada, en la revista y en mi programa de televisión aprovechaba cualquier excusa para hacer en público lo que no me atrevía a hacer en privado, por ejemplo, disfrazarme de corista, con plumas de avestruz en el trasero y una esmeralda de vidrio pegada en el ombligo.
En 1975 mi familia y yo abandonamos Chile, porque no podíamos seguir viviendo bajo la dictadura del General Pinochet. El apogeo de la liberación sexual nos sorprendió en Venezuela, un país cálido, donde la sensualidad se expresa sin subterfugios. En las playas se ven machos bigotudos con unos bikinis diseñados para resaltar lo que contienen. Las mujeres más hermosas del mundo (ganan todos los concursos de belleza), caminan por la calle buscando guerra, al son de una música secreta que llevan en las caderas.

En la primera mitad de los 80 no se podía ver ninguna película, excepto las de Walt Disney, sin que aparecieran por lo menos dos criaturas copulando. Hasta en los documentales científicos había amebas o pingüinos que lo hacían. Fui con mi madre a ver 'El Imperio de los Sentidos' y no se inmutó. Mi padrastro les prestaba sus famosos libros eróticos a los nietos, porque resultaban de una ingenuidad conmovedora comparados con cualquier revista que podían comprar en los kioscos.
Había que estudiar mucho para salir airosa de las preguntas de los hijos (mamá ¿qué es pedofilia?) y fingir naturalidad cuando las criaturas inflaban condones y los colgaban como globos en las fiestas de cumpleaños. Ordenando el closet de mi hijo adolescente encontré un libro forrado en papel marrón y con mi larga experiencia adiviné el contenido antes de abrirlo. No me equivoqué, era uno de esos modernos manuales que se cambian en el colegio por estampas de futbolistas.
Al ver a dos amantes frotándose con mousse de salmón me di cuenta de todo lo que me había perdido en la vida. ¡Tantos años cocinando y desconocía los múltiples usos del salmón! ¿En que habíamos estado mi marido y yo durante todo ese tiempo? Ni siquiera teníamos un espejo en el techo del dormitorio.
Decidimos ponernos al día, pero después de algunas contorsiones muy peligrosas -como comprobamos más tarde en las radiografías de columna- amanecimos echándonos linimento en las articulaciones, en vez de mousse en el punto G.
Cuando mi hija Paula terminó el colegio entró a estudiar Psicología con especialización en sexualidad humana. Le advertí que era una imprudencia, que su vocación no sería bien comprendida, no estábamos en Suecia. Pero ella insistió. Paula tenia un novio siciliano cuyos planes eran casarse por la iglesia y engendrar muchos hijos, una vez que ella aprendiera a cocinar pasta.

Físicamente mi hija engañaba a cualquiera, parecía una virgen de Murillo, grácil, dulce, de pelo largo y ojos lánguidos, nadie imaginaría que era experta en esas cosas. En medio del Seminario de Sexualidad yo hice un viaje a Holanda y ella me llamó por teléfono para pedirme que le trajera cierto material de estudio. Tuve que ir con una lista en la mano a una tienda en Ámsterdam y comprar unos artefactos de goma rosada en forma de plátanos. Eso no fue lo más bochornoso. Lo peor fue cuando en la aduana de Caracas me abrieron la maleta y tuve que explicar que no eran para mí, sino para mi hija.
Paula empezó a circular por todas partes con una maleta de juguetes pornográficos y el siciliano perdió la paciencia. Su argumento me pareció razonable: no estaba dispuesto a soportar que su novia anduviera midiéndole los orgasmos a otras personas. Mientras duraron los cursos, en casa vimos videos con todas las combinaciones posibles: mujeres con burros, parapléjicos con sordomudas, tres chinas y un anciano, etc.
Venían a tomar el té transexuales, lesbianas, necrofílicos, onanistas, y mientras la virgen de Murillo ofrecía pastelitos, yo aprendía cómo los cirujanos convierten a un hombre en mujer mediante un trozo de tripa. La verdad es que pasé años preparándome para cuando nacieran mis nietos. Compré botas con tacones de estilete, látigos de siete puntas, muñecas infladas con orificios practicables y bálsamos afrodisíacos, aprendí de memoria las posiciones sagradas del erotismo hindú y cuando empezaba a entrenar al perro para fotos artísticas, apareció el Sida y la liberación sexual se fue al diablo.
En menos de un año todo cambió. Mi hijo Nicolás ¡ya se cortó los mechones verdes que coronaban su cabeza, se quitó sus catorce alfileres de las orejas y decidió que era más sano vivir en pareja monogámica. Paula abandonó la sexologí­a, porque parece que ya no era rentable, y en cambio se propuso hacer una maestrí­a en educación cognoscitiva y aprender a cocinar pasta con la esperanza de encontrar otro novio.

Lo encontró, se casaron y luego vino la muerte y se la llevó, pero esa es otra historia.
Yo compré ositos de peluche para los futuros nietos, me comí­ la mousse de salmón y ahora cuido mis flores y mis abejas.