Tuesday, April 1, 2008

PADRE CELESTIAL

Me has enviado en un largo viaje lejos de la casa, a tomar un curso que me enseñe más de mí. Me pregunto a cuantos enviaste en una travesía igual a la mía, sin cartas de navegación, sin brújula, solo confiando en que aprendamos a escucharnos por detrás del ruido que produce la mente y del pavor que provoca el miedo. Cuantos como yo partieron con la esperanza de volver y se perdieron, para descubrir muy tarde que llevan años girando alrededor del mismo punto, de una misma muerte sin lograr su cometido, almas desterradas, exiliadas de su propia piel, indefensas y perdidas aunque llevan el mapa de sí mismas en la mano.
Y no conforme con eso, me has pedido que regrese sobre mis pasos a clausurar mi casa, a cerrarme las ventanas del alma donde quedó colgada la luna en una fotografía que congeló la dicha para dejármela ver en los días oscuros.

He regresado a la magia por la ruta de los árboles que se abrazan, con la pena envuelta en un pañuelo que me sirvió otras veces para espantar las lluvias. He vuelto obediente a clausurarme en el olvido solo porque tu lo pides, porque solo tu sabes lo que me toca y lo que me hace mas grande a tus ojos.

Pero tengo que confesarle que no pude, fue imposible descolgar la luna de esa ventana, no hubo forma de arrancar la estrella que balanceaba su punta en el espejo, no fue posible apagar el fuego en la hoguera de mi casa, y las paredes no yacían silenciosas sino que cantaban músicas extrañas, tampoco se dejó guardar la risa esparcida por la casa, ni el vino servido sobre la mesa.

Traté entonces de empacar el pasado, pero los libros se negaron a cerrarse, se quedaron dormidos felices en un estante esperándome, toda mi ropa y mis cosas patalearon para no dejarse meter en las maletas, y cuando intenté borrar las huellas de mis pies sobre la playa solitaria a donde iba a saludarte, surgían de nuevo en la arena de manera aterradora.

Nada quiso moverse de su lugar. Los pájaros siguen allí aún sin pan en la ventana, el sol no desea ponerse y se encuentra muy amañado conversando con la luna en un paisaje extraño que ya no se sabe si es día o noche, la chimenea sigue señalando el cielo con su dedo de humo. Nadie apaga la música y se marcha, nada muere allí, nada ha enfermado, todo me pertenece porque siempre fue mío, nada logró destruir mi rebeldía porque ahora estoy más viva que antes, más feliz que nunca y no paro de reír aunque estoy triste, y no dejo de bailar aunque no me acompañe ni mi sombra.

Y aquí estoy Señor, ésta que soy yo, mujer de papel mágico, de agua, de lágrimas y risas, gritando en plena noche una canción solitaria para celebrar tus calles, tus puentes, tu cielo. Aquí estoy para decirte que intenté cumplir tu encargo, pero nada se quiso ir del paraíso.

8 comments:

Pedro Pablo Pérez S said...

Fantastico Martha, muchos hemos salido ha realizar ese viaje... quizás no con la misma suerte, y si se borraron las huellas en la arena de nuestras playas.

Un abrazo.

Anonymous said...

Qué hermoso !!! Vivo hace mucho tiempo fuera y sigo celebrando como tú, las calles, los puentes, el cielo.
un abrazo,

Anonymous said...

el unico encargo que se le pidio es ir a la panaderia a buscar mas pan. no complique usted las cosas. del resto se ocupa el resto. creo que ha aprendido demasiadas palabras y estas la pueden traicionar.
Haga un ejercicio elija 200 palabras y viva con ellas, solo con ellas. Vera que los problemas se reduciran en gran tamanio. ah y marta, vayame a buscar pan por favor!

Anonymous said...

Muy hermosas tus palabras ; cuanto sentimiento veo y siento en ellas , me encanta leerle asi aunque aveces con dolor y con esperanza a la misma vez.
Sigues en pie al igual que el Ave Fenix y eso es lo que importa; podemos abandonar a la luna , pero la luna no nos abandona a nosotros.
Un abrazo Dama.

CARLOS ANIBAL said...

Querida Marta: "Los pájaros y las flores esperan por ti para empezar a iluminar la mañana"...Se que es tremendamente Cursi pero es verdad.
Otro abrazo.

Anonymous said...

carlos Anibal, Marta se levanta a las 11 de la maniana. a esa altura el sol esta que raja.
quizas mejor como que los pajaros la esperan para irse a dormir. como hasta las 3 am

Lauren Mendinueta said...

Querida Marta, me conmueve mucho tu texto. Te mando un abrazo con mi cariño de siempre,
Lauren

Mucha said...

Tremendo escrito me gustó desde que lo leí te dejaré mi telefono para cuando vengas charlemos besos desde mi recomenzar