Tuesday, April 29, 2008

EL MAPA SIN TIERRA DE UN POEMA

De Joaquín Gálvez conocí primero su poesía, me la tropecé entre ese planeta de papel en que vivo y que persigo todos los días en las librerías. Como siempre buscaba algo que me sacudiera el alma, algo que alimentara el hambre insaciable de combustible para continuar la tarea de escribir. Al leerlo se me llenó la cabeza de palabras, los dedos me picaron desesperados por encontrar algún teclado, un pedazo de papel en blanco, un lápiz, algo para dejar salir la emoción que me produjo. Por no tener a mano nada que sirviera, no tuve más remedio que atacar su libro “ALGUIEN CANTA EN LA RESACA” llenarlo de notas, contradecirlo, criticarlo, admirar su genial manera de decir lo que yo tenía por dentro. Esto es lo que genera siempre un buen escritor, no en vano decía Borges que lo primero que nos surge un momento así, es envidia de la mala al pensar ¿cómo diablos dijo él exactamente lo que yo quería decir y no he podido?

Enseguida lo llamé, me presenté y le dije que lo quería conocer. Me contó de su poesía, de su vida, porque uno escribe lo que vive. Me habló de su Cuba del alma, de sus amigos, me prestó los binóculos con que mira el mundo más de cerca. Me dio las coordenadas donde encontró sus poemas, me mostró el tamaño de sus heridas y la dimensión de su talento. Pero todo me lo dijo como si no me dijera nada, como si nada de ello revistiera gran importancia, porque en realidad las cosas importantes de la vida parecen insignificantes. Me leyó con esa voz intima con que se comparte un misterio, algunos de los borradores de su nuevo libro que yo sentí verdadero y profundo. Ahora al regresar a Miami, y salir de cacería entre los libros, me encuentro con su TRILOGIA DEL PARIA ya publicada. Al abrirla recibí lo que esperaba: Un knock-out directo al mentón en los dos versos iniciales de su primer poema…

"Señores, hace cien días que mi pecho no es catástrofe.
Se está celebrando una peregrinación en cada latido
”.

Y de inmediato encontré mi paria interno aullando a gritos por la misma hecatombe, porque solo los desastres crean el poema. Y recorrí su trilogía geográfica con afán de descubrir las latitudes secretas que me situaran en el mismo naufragio, en el mismo dolor por el amor perdido, en el mismo surco de la trinchera en donde Joaquín enterró sus ilusiones. Y me vi recitar la misma súplica por una crisis que remueva lo felizmente estático y saque a flote lo inestable y cambiante que al final es lo único que puede moverse de su sitio y crecer.

Visité la isla donde quedó la inocencia despilfarrada por la euforia de su amor multimillonario y obsequioso, con una cuenta de ahorros rebosante de lluvias, y un corazón estudiante, ávido de palabras nuevas para publicar a los cuatro vientos sus ganas de vivir. Lo seguí a New Jersey para conocer cómo se hace poesía debajo de la tierra y aprendemos a ser verdad en ella y no un remedo de hombre. Allí descubre Joaquín motivos con que seguir, aprende algo difícil para la mayoría de exiliados: Que el horizonte es su verdadera casa, que un poeta no tiene fronteras, ni nacionalidades, que no hay cómo atrapar su alma viajera ni cómo ponerle condiciones. Y por esa ruta de luz lo reencontré en una librería de Miami, donde se declara hijo bastardo de Norteamérica que aprendió a cantarse a si mismo y que por su misma condición se decreta hijo legítimo de este mundo. Donde nos regala una predicción que no quiero contarles pero espero que conquisten.
A este territorio confluiremos inexorablemente por su poesía todos sus lectores. A la tierra de los Parias, un lugar común y extraordinario donde nos sabremos tan bastardos como él, y tan legítimos como sus poemas.

Thursday, April 24, 2008

LO QUE QUIERAS OIR


Esta es la historia larga de un cortometraje que barre records en Internet con las cifras. Guillermo Zapata de 28 años, guionista de la versión española de Hospital Central escribió y dirigió su primer video de 7 minutos, titulado LO QUE QUIERAS OIR, (tercero más visto en Youtube) protagonizado por Fatima Baeza, actriz de la misma serie de TV para la que escribe.

Con tan solo 10.000 euros de presupuesto, nos muestra que la realidad tiene tantas lecturas como gente que la vive a diario, y que cada interpretación de una misma historia solo corresponde a lo que queremos oír. Pone al descubierto la fragilidad escalofriante de las relaciones y la confusa esencia del amor.

¿Quién es la víctima?
¿Quién el verdugo?
¿Quién ganó el juego y quién lo pedió?
¿Qué es lo que falla y cuándo?
¿Es Miguel un pelmazo?
¿Qué viene siendo Sofía?

Lo lanzó a Internet con la licencia copyleft, que permite hacer copias e incluso transformarlo siempre y cuando se dé crédito a su autor. Si Zapata hubiera cobrado un solo Euro por cada descarga, a estas alturas habría recibido la no despreciable suma de 66 millones de Euros. Con ésto, rompe los esquemas de la reserva de derechos de autor y entrega su trabajo como un aporte a la creatividad colectiva, cosa que choca con esa necesidad egocéntrica de pertenencia que generalmente preocupa a los artistas y además deja maltrecho el concepto mercantilista del arte.

“Ha tenido tanta audiencia como las películas de los Oscar” afirma Zapata, gracias al boom que ha causado el apoyo de los promotores de la modalidad copyleft, y a los blogs especializados en cine que lo han difundido. Una productora se animó a producir su segundo corto “Y TODO VA BIEN” que se estrenó el 19 de Abril a las 22.30 en los cines Capitol de Madrid, dentro del festival Cortogenia, y en Internet, a medianoche, en www.ytodovabien.com.

Les dejo el link al video del drama cotidiano de Miguel y Sofìa y una pregunta:
¿De todo lo que nos pasa, qué queremos saber?”

http://www.youtube.com/watch?v=zi8NorM1uew&feature=related

Saturday, April 19, 2008

“INVENTARIO”: UN BLOG QUE HABLA SOLO

Lauren Mendiueta es una de esas mujeres que uno lee y no se puede sacar de la cabeza.
Me la encontré un día entre este mar de cosas que flotan en el océano virtual y desde entonces no nos hemos separado. Sé que ella y su trabajo merecen mucho más que una nota pequeña en este blog, por el momento, cumplo con su mandato de publicar este post en mi espacio que tambien le pertenece porque lo tiene más que ganado.

Ella me escribe hoy para compartir un premio a su blog y de paso me comunica que hace una nominación a mi blog entre sus “Tops” como uno de los mejores. No tengo palabras, porque como en otras ocasiones en que han recomendado mi blog, no he sabido que decir sino que es un reconocimiento a la terquedad de no poder quedarme con la boca cerrada. Les dejo con su blog de hoy y al final, cumpliendo con su encargo, les darè mi lista de favoritos.
Lauren...felicidades por ese premio, quedas en tu casa.


PREMIOS DARDO 2008
"La Entrega de Premios Dardo 2008 se abre paso entre un gran elenco de Premios de reconocido prestigio en el mundo de la literatura, y con el reconoce los valores que cada blogger muestra cada día en su empeño por transmitir valores culturales, éticos, literarios, personal, etc.., que en suma, demuestra su creatividad a través su pensamiento vivo que está y permanece, innato entre sus letras, entre sus palabras rotas".
Le agradezco a Fátima Fernandez Mendez, autora del blog Muchacha de sal, que haya galardonado a "Inventario" con el Premio Dardo 2008 por su aportación literaria. Fue una sorpresa enorme: yo no tenía la menor idea de la existencia del premio. Este primer reconocimiento que recibe el blog, lo comparto con todos ustedes, lectores, colaboradores y amigos.
En seguida encontrarán los nombres de los blogs que para mi concepto también merecen recibir este reconocimiento. Para conocerlos hagan click en la columna "recomiendo visitar" . Los galardonados deberán aceptar la distinción y proponer a sus nuevos ganadores.

Por su aportación literaria:
Los convidados (blog de Antonio Sarabia)

Por su aporte a la divulgación de la cultura clásica:
Tradición clásica (blog de Gabriel Laguna)

Por su calidad humana:
El blog de Marta Sepúlveda

Por tratar temas siempre interesantes y variados:
Literatura, cultura y política (blog de Francisco José Peña)
Locura ordinaria (blog de José Manuel Diez)
El blog de Indran Amithanayagam
El blog de Eduardo García Aguilar
Bitácora del Párvulo (blog de Fabricio Estrada)

Felicitaciones a todos y muchos éxitos en su magníficos blogs.
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Ahora ahí va mi lista, quedan cumplidos tus deseos mi querida Lauren.

LA TRENZA DE SOR JUANA
De Eve Gil
Por ser un blog extraordinario, literario, imaginario.
http://www.la-trenza-de-sor-juana.blogspot.com/
DICKY DEL HOYO
De Dicky del Hoyo
Por su increible conocimiento del mundo virtual y el poder de sus refelxiones.
BUENOS DÍAS A LA MALA SUERTE
De Antonio-Pujante
Por ser un blog polifacético, profundo y musical.
http://lacomunidad.elpais.com/antonio-pujante/posts
INVENTARIO
De lauren Mendiueta
Porque lo vi nacer y crecer tanto que ya lo perdí de vista.
http://laumendinueta.blogspot.com/
ISLA_ NEGRA
De Gabriel Impaglione
Por su beligerancia poética y su incansable lucha por rescatarlo todo.
LA SED INFINITA
De Aldo Novelli
Por su amor al poema, a la largura de la palabra y sus misterios.
http://la-sed-infinita.blogspot.com/

Saturday, April 12, 2008

UN VASO DE AGUA EN LA TORMENTA

Esta mañana noté una pequeña mancha sobre el dorso de la mano derecha. Si se mira rápido no se nota mucho, si se vuelve a mirar, es solo una pequeña medialuna de un café sin importancia. La he detallado con el rabillo del ojo varias veces, como si pudiera sorprenderla y preguntarle a quemarropa de dónde diablos saliste, a qué hora o bajo qué sol te dibujaste sin permiso. Y trato de acordarme si ayer en algún momento me quemé, pero no, ayer no prepare nada de cenar, quizá al encender un cigarro pero tampoco, porque el lugar en que se encuentra descarta la inverosímil posibilidad de que así hubiera ocurrido. Además, un delicado pero no menos sospechoso resecamiento de la piel, imaginen esoooo, mi tesoro, el encanto más poderoso que tengo, la gracia que me fue concedida por herencia de las Góngora y las Sepúlveda, matriarcas colosales de las cuales descienden en línea directa y a toda velocidad por mis venas algunos rastros de sangre castellana, azul y literaria.
El problema es que no estoy lista para el momento en que se le haga el milagrito a mi mai Doña Ceci y me llegue la hora del juicio, no concibo la vida sin chicharrones, chocolate, trasnocho ventiado, y definitivamente no he llegado al punto espiritual de intentar la conversión del vino en agua, ni la sumisa y vegetariana disciplina de los iluminados. Todavía mis expresiones de gozo son tan mundanas que nadie me baja de una mesa donde me subo a bailar en una rumba, ni me saca de la disco antes de que empiecen a barrer. Aún pertenezco al partido político del cantante brasilero Roberto Carlos, cuyo credo comparto hasta los huesos y que dice: "todo lo que me gusta, es ilegal, inmoral o engorda".

Mejor dicho, soy testigo indefenso de la peor de mis traiciones. Frente a esto no fue nada mi intento de matrimonio a los 13 con el primer novio que tuve, ni la de los 23 al dejar la práctica final de Leyes cuando solo faltaban cuatro meses para terminarla y graduarme. Ni se le puede comparar con la vez que lo dejé todo para entregarme a la feliz adoración de un hombre del que me enamoré como loca, y tampoco se puede comparar con el día en que lo dejé a él, amándolo como lo amaba para que pudiera descubrir el mundo sin mis obstáculos. No, esto de hoy no se compara con nada, cualquier tropiezo, equivocación, error, desacierto, cualquier mal paso dado en nombre de la disculpa de turno para patearme yo misma la butaca, es pálida frente a lo que me sucede esta mañana.

Acompañado además por un olvido que no me permite recordar si fue el sol, el cigarro, alguna chispa de aceite en la cena de anoche, porque entre otras cosas, así de carrera ni siquiera recuerdo lo que cené, ni si fumé o si el sol vertical de Miami castigó mis manos ayer. En otra época esto sería un simple olvido y la mancha sobre el dorso de mi mano no pasaría de ser algo sin importancia, pero hoy no es así, como no es así nada en la naturaleza cuando las catástrofes se avecinan: No es coincidencia que la brisa no sacuda la perezosa melena de los árboles, ni que los animales comiencen a echarse al piso y las aves despavoridas sean no más un escándalo de picos y de alas si se avecina un terremoto. No es coincidencia que todo se detenga, suspendido en el aire y en el tiempo como si Dios hubiera tomado una fotografía antes de un huracán, cuando todo se muere un momento antes de deplomarse.

Ese olvido hoy y esa mancha en mi mano, son la matemática del desastre, la ecuación de la bomba que Saturno me descarga implacable desde su Olimpo orgulloso. El recordatorio de que polvo soy y en polvo me he de convertir. Entonces qué hago ah? Díganme ustedes que miran este toro venírseme encima sentaditos detrás de la pantalla de sus ordenadores. Cómo pueden consolarme sin recurrir a la trillada música de que “todos vamos para allá no te preocupes”.

Es que yo no quiero. Es cierto que lo años traen cosas increíbles, nos regalan la sumisa sabiduría de los perros viejos que no le baten la cola a todos los huesos, no se botan a perseguir carros furiosos , no corren tras inútiles ciclistas acosados por su furia juvenil. Comprendo que la edad llega y su oleaje nos deja a salvo de las batallas idiotas emprendidas con la mentirosa consigna de “querer es poder” .

En fin, toda una letanía de imponderables que a veces logran hacerme una mejor persona y a veces la peor de todas porque ya no me importa lo que piensen de mi, porque ya aprendí que la desilusión siempre llega a nuestra fiesta, aún sin haberla invitado. Los padres se decepcionan de sus hijos, los hijos de sus padres, los jefes de sus empleados, descubrimos la mortal verdad de que el amor también se enferma y muere como todo en la vida, pero de esas cosas siempre podemos echarle mano a la solución más vieja: La culpa la tienen los otros. En cambio esta manchita es el recordatorio de mis propias traiciones que son las peores, que vaina.

Saben? Pensándolo bien no me hagan caso se me ocurre que exagero, es posible que sea solo un simulacro. Es probable que el cuerpo también tenga que revisar de vez en cuando sus alarmas y me haya dejado ver esa mancha para disparar mis contingencias, para asustarme y obligarme a empavonarme la cara todas las noches de crema verde y ponerme rodajas de pepino sobre los ojos. Para preocuparme de tal forma que entre en pánico y me ponga juiciosa con la comida sana, las jaculatorias a la virgen del Agarradero o al santo de moda para intervenir por mí en estos casos allá arriba. Mientras lo averiguo quiero dejar una constancia en este blog: Por si acaso, dono mis ojos a los que me aman, los entrego desde ahora con papeles y todo, para que sea su amor el que me mire cuando el tiempo pase en el espejo, porque como el amor es ciego, “ojos que no ven.... aquí no ha pasado nada”.

Sunday, April 6, 2008

GRACIAS POR TU FUEGO

Pocas veces tenemos el privilegio de encontrar personas que son... cómo decir... una inspiración, una ráfaga fresca que nos toca de frente y nos motiva a ser esa parte nuestra que por más que intentamos, está allá, pegada con cemento en el fondo de nosotros, esa parte genial, libre y auténtica. Gente que uno no ve sino una vez en la vida, como para que nos quede claro que sí es posible alcanzar un estado sublime de uno mismo.

Por fortuna conocí a Ignacio Ramírez. Aunque el verbo “conocer” suena pretencioso en éste caso, pues significaría haber descifrado su esencia, clasificarla, repetir de ella su metodología y estar en capacidad de replicarla en Marta sin dificultad. Y por supuesto, nadie podría replicar a Ignacio, nadie podría “ser” ni “estar” en un presente tan definitivo como él, nadie podría vivir su muerte con tanta gracia y dignidad. Nadie por lo menos que yo conozca, podría estar tan vivo muriendo tantos años.

Este hombre despreció lo que muchos soñaron conseguir: Un trabajo bien pagado, una jubilación para asegurarse la comodidad merecida sin lugar a dudas, una vida sosegada y amorosa en pareja, hijos orgullosos, un perro y una casa con jardín; una camioneta 4x4, una silla para leer en las noches junto al fuego y un buen libro.

Y quizá por despreciarlos en el sentido de que no vivió para conseguirlos, obtuvo mucho más que eso: Varias esposas que lo adoraron y acompañaron a realizar sus sueños, hijos que heredaron su magia y la llevaron más allá de las fronteras, dinero suficiente para entrar y salir de todas partes, comer en todas partes, rumbiar en todas partes, mejor dicho, ser feliz en todas partes. Tuvo por choferes, guardaespaldas y parceros a cuanto amigo le alcahuetió sus locuras; de acompañantes a un harem de amigas que lo admiramos y le secundamos en lo que nuestras mortales naturalezas nos permitieron, tuvo un techo propio en cada pueblo de Colombia y del mundo, un pan en cada mesa y una estrella bien brillante en el firmamento para alumbrar sus noches fuera donde fuera.
A cambio de una vida sosegada, lo aguardó un suceso extraordinario a la vuelta de cada esquina. La virgen se le apareció cada ocho días a concederle un milagro, hasta los ángeles lo sacaron del río de entre las fauces de un cocodrilo para devolverlo sano y salvo a los que lo esperábamos, con ganas de seguirlo en sus correrías mundanas, atareado en la organización de eventos culturales que reunieran lo imposible de reunir: Pintores, músicos, teatreros, poetas, bailarines, cineastas y cuanta alimaña se pegara en el viaje para celebrar el AMOR AL ARTE y por ende a la vida.

Escribió libros, tuvo hijos, de seguro sembró algunos árboles, lo cual quiere decir que cumplió con Dios y con la patria; pero por encima de eso, documentó el mundo desde el cine, la radio, la TV y la prensa durante treinta años o más para sus amigos. Desde su faro virtual CRONOPIOS, nos envió cada mañana esa luz imprescindible para los que a veces nos perdíamos y le enviábamos S.O.S arrojados a ese mar de mensajes que recibía todos los días. Con sus notas corrigió nuestros rumbos, nos dio combustible para seguir, afinó cada corazón hasta dejarlo listo para el siguiente desastre, en fin, nos animó a vivir no solo desde sus palabras sino desde su vida. Apadrinó nuestras locuras literarias. Vio nacer, gatear y muchas veces morir los intentos creativos en cada uno de nosotros, nunca nos dijo “no se puede”, nunca le oímos un “imposible”, nunca recibimos su mentira piadosa cuando le preguntamos que opinaba sobre nuestro trabajo.

Los años pasaron sin saber a qué horas y de un día para otro Ignacio se me murió cuando yo también estaba muriendo; juntos recibimos la muerte de visita en Noviembre, la dejamos merodearnos, olisquearnos y saborearse a sus anchas en la habitación donde cada uno estaba, y se lo llevó a él. Seguro le dijo que lo dejara ir adelante como siempre, para alistarnos el camino, para avisarle a Dios que un día de éstos llegamos y necesita preparar un lugar dónde acomodarnos. Para convocar a los ángeles, los demonios, todo el que quiera venir a recibirnos y festejar, para presentarnos muertos más antiguos que en esta vida no conocimos, pero que no podríamos dejar de conocer como su adorado Julito y tantos otros.

Quizá él y yo nos vimos por última vez a la entrada del túnel, no lo recuerdo bien. Quizá le di ese abrazo necesario para decirle “adiós amigo y gracias por tu fuego”, si es que se puede decir adiós a lo que se nos quedó adentro y vivirá mientras vivamos.
Si es que puede uno despedirse de un milagro, de un ángel o de “el último fantasma feliz” que pasó por esta tierra.

Tuesday, April 1, 2008

PADRE CELESTIAL

Me has enviado en un largo viaje lejos de la casa, a tomar un curso que me enseñe más de mí. Me pregunto a cuantos enviaste en una travesía igual a la mía, sin cartas de navegación, sin brújula, solo confiando en que aprendamos a escucharnos por detrás del ruido que produce la mente y del pavor que provoca el miedo. Cuantos como yo partieron con la esperanza de volver y se perdieron, para descubrir muy tarde que llevan años girando alrededor del mismo punto, de una misma muerte sin lograr su cometido, almas desterradas, exiliadas de su propia piel, indefensas y perdidas aunque llevan el mapa de sí mismas en la mano.
Y no conforme con eso, me has pedido que regrese sobre mis pasos a clausurar mi casa, a cerrarme las ventanas del alma donde quedó colgada la luna en una fotografía que congeló la dicha para dejármela ver en los días oscuros.

He regresado a la magia por la ruta de los árboles que se abrazan, con la pena envuelta en un pañuelo que me sirvió otras veces para espantar las lluvias. He vuelto obediente a clausurarme en el olvido solo porque tu lo pides, porque solo tu sabes lo que me toca y lo que me hace mas grande a tus ojos.

Pero tengo que confesarle que no pude, fue imposible descolgar la luna de esa ventana, no hubo forma de arrancar la estrella que balanceaba su punta en el espejo, no fue posible apagar el fuego en la hoguera de mi casa, y las paredes no yacían silenciosas sino que cantaban músicas extrañas, tampoco se dejó guardar la risa esparcida por la casa, ni el vino servido sobre la mesa.

Traté entonces de empacar el pasado, pero los libros se negaron a cerrarse, se quedaron dormidos felices en un estante esperándome, toda mi ropa y mis cosas patalearon para no dejarse meter en las maletas, y cuando intenté borrar las huellas de mis pies sobre la playa solitaria a donde iba a saludarte, surgían de nuevo en la arena de manera aterradora.

Nada quiso moverse de su lugar. Los pájaros siguen allí aún sin pan en la ventana, el sol no desea ponerse y se encuentra muy amañado conversando con la luna en un paisaje extraño que ya no se sabe si es día o noche, la chimenea sigue señalando el cielo con su dedo de humo. Nadie apaga la música y se marcha, nada muere allí, nada ha enfermado, todo me pertenece porque siempre fue mío, nada logró destruir mi rebeldía porque ahora estoy más viva que antes, más feliz que nunca y no paro de reír aunque estoy triste, y no dejo de bailar aunque no me acompañe ni mi sombra.

Y aquí estoy Señor, ésta que soy yo, mujer de papel mágico, de agua, de lágrimas y risas, gritando en plena noche una canción solitaria para celebrar tus calles, tus puentes, tu cielo. Aquí estoy para decirte que intenté cumplir tu encargo, pero nada se quiso ir del paraíso.