Wednesday, October 31, 2007

UN DIA DIFICIL EN EL FRENTE

Me oyen? ...Transmito escondida, busco la forma de no ser vista ni oída porque todo esta rodeado de enemigos, ellos se han tomado el puesto y acaban con lo que se mueva. Ya no queda sino humo, sangre seca y cuerpos abatidos, pero yo no me rindo, hace mucho me oculto bajo los desechos, me limito a estirar las piernas lentamente y a asomar la cabeza de vez en cuando para ver como va la vida afuera de esta trinchera donde los días y las noches no se diferencian, porque el reloj de la guerra no respeta ni a Dios.

Claro, al principio quería salir a vengarme por los caídos, tenía ganas de abrir fuego y terminar con todo, y a veces quería acabar conmigo porque son más, muchos más que yo que estoy sola en esta pelea. O quién sabe si entre los cuerpos vencidos haya otros que también se guardan de dejarse ver, otros vivos que parezcan muertos para despistar al enemigo. No importa ellos como yo están solos, no nos sabemos, no nos tenemos de apoyo, no podemos hacernos señales mudas para ponernos de acuerdo en el ataque. No podemos abrazarnos sin conocernos, ni alegrarnos de estar vivos, porque ni siquiera tengo la certeza de quién es aliado y quién no. Esta es una guerra de todos contra todos, sin reglas, sin códigos y sin misericordias.

He recuperado el pasado para sobrevivir los días, he ido al fondo de mi memoria y me he detenido cuando era niña y no había forma de bajarme de los árboles y mis enemigos eran las hormigas, una que otra serpiente camuflada de verde entre las ramas y la dolorosa sabiduría que queda en las tripas después de comer demasiadas frutas. Recuerdo que ya en esa época sabía de la guerra, porque crecí escondida en las trincheras infantiles hechas de música, con otros sobrevivientes que me hablaban con voces de papel desde los libros, y el mundo era pequeñamente difícil.

Así que ya soy veterana en estas artes de escapar y sobrevivir, he aprendido a no creer en la inocencia de las señales que dicen que no hay problema, que puedo confiar, que el mundo ha cambiado y es mejor. A veces quisiera, pero no me lo permito porque la desconfianza me ha salvado más de una vez de los puñales por la espalda. Prefiero seguir así, y vivir para ver el otro lado de la noche, mientras me empeño en defender la única bandera que nadie se ha atrevido a quemar: La de la verdad conmigo misma, el único himno que no he olvidado, el de mi nombre, y lo entono mentalmente a pleno grito. Quizá en alguna parte existan aliados y vengan a rescatarme de estos días en que amanece oscuro, y me lleven en hombros a su base, y me pongan una medalla orgullosa por haber sobrevivido tantos años defendiendo el territorio libre y nunca conquistado de Marta, la playa salvaje y jamás ocupada de sus verdades, la geografía inalienable de sí misma.

Desde el fondo de este miedo que me consume, envío señales de humo a los que son capaces de leer el cielo. Les digo no se rindan porque yo no lo haré, no se den por desaparecidos, no se declaren perdedores en la batalla incomprensible por la vida, porque la muerte es una puerta fácil y solo la usan los cobardes.

Sunday, October 21, 2007

SI ES ASUNTO TUYO

Doce millones de habitantes de una ciudad china llamada Shenzhen cerca de Hong Kong, serán los “afortunados” portadores de una tarjeta de identificación “inteligente”, que suministrará datos exactos de su propietario: Desde dirección, teléfono, cargo que desempeña en el trabajo, antecedentes penales, historia clínica, religión, aficiones, y si se descuidan, hasta podrán contar las veces que el sujeto no llegó a tiempo a la casa porque se demoró el tren o porque andaba poniéndole los cuernos a la esposa, con quién, dónde y durante cuantos minutos.

Y adivinen de quién fue la idea?

La cosa es así: Un día de nubes grises en el cielo, los gobernantes de un enorme país llamado China, se sintieron cansados de enviar dinero y destinar tantos recursos para prevenir actos delictivos cada vez más frecuentes en las ciudades de su reino. Todo por culpa según ellos de los campesinos, que ya no quisieron quedarse a esperar los beneficios del comunismo en sus potreros, sino que se fueron a buscarlos a las ciudades, y descubrieron que la clave del juego era la palabra COMPARTIR: Compartir la pobreza, el hambre, las enfermedades, y todo lo demás que se pueda dividir y subdividir por si mismo en la carencia por supuesto, porque la abundancia no es socialista, ni capitalista, ni religiosa, ni nada.

Entonces, aparece el capitán América, y decide ponerle orden a tanto chino desparramado por todas partes y le ofrece a los honolables jefes del gobielno, un sistema basado en un software americano que, con el apoyo de 20.000 cámaras de video y un potente chip en la tarjeta de identificación -también gringos-, puede detectar hasta los pecados cometidos y por cometer de los desdichados en cuestión.

Tal como informa el New York Times, este 'software' puede identificar las caras de los viandantes, reconocer a los sospechosos fichados por la Policía y detectar comportamientos inusuales. No obstante, el control de los residentes irá más allá, de hecho, será obligatorio portar la dichosa tarjeta de identidad y su potente 'chip', según cuenta el diario.

Y como dice Gustavo Courault, fuente de esta nota, no se sabe al fin de cuentas de qué se trata este asunto, si de una forma nueva de prevenir los delitos, o de un atropello descarado contra los derechos civiles de los ciudadanos. Mejor dicho, en esta película el audio no va con el video. Es cierto que por allá sucede lo que la inmortal Celia Cruz cantaba a grito pelao “No hay cama pa´tanta gente”, pues cada año, según datos oficiales, 10 millones de chinos emigran de los campos a las ciudades y esto ha repercutido hasta convertirse en un asunto de seguridad. Pero no es posible que con esa disculpa, se viole el único derecho al que un pobre en este valle de lágrimas no puede renunciar, y cualquier gobierno del mundo está en la obligación de garantizar: El derecho a la individualidad y de paso a la intimidad.

En todo caso, la cosa no termina ahí, según el citado Times, la idea es que si la teoría de semejante solución funciona en la práctica tal como se espera, el sistema podría ser aprobado para implementarse en el resto de la nación.

Yo nada más me pregunto, ¿Quién sale ganando en este negocito ah? Y cómo es posible que suceda algo así y no digamos ni “pío”. Me acuerdo de una historia macabra que contaban en la época nazi: Un día invadieron el país vecino, pero como no era el nuestro, nadie dijo nada. Otro día se llevaron al alcalde del pueblo del sur, pero como éramos del norte no dijimos nada, después desapareció el padre de mi jefe, pero como no era mi padre, no dije nada… hoy que vinieron por mí, nadie dijo nada.

Tuesday, October 16, 2007

POR AMOR AL ARTE

Imagínense ustedes un colombiano, caleño, buena gente, decidido a irse del país porque esta vaina le quedó chica, y porque no se resignó a que fueran las circunstancias las que determinaran su ruta, sino porque quería trazar su propia carta de navegación, descubrir sus propios territorios y conquistar sus propias montañas.

El cuento es que este hombre, se llama John Jairo Palomino, director de la fundación Memoria Cultural en Miami, terco como el solito, echao pa´lante, gestor de hacha y machete, y marinero que contra viento y marea ha sostenido por puro amor al arte, una revista que ha causado las más diversas opiniones en el medio, y que publica periódicamente, con diferentes tópicos de la literatura, actividades de la fundación y entrevistas insólitas a los más reconocidos escritores del continente.

Medio brujo, porque cuando le pone el ojo a algún autor, el tipo 15 días después se gana un premio, seis meses después lo mandan con una beca a alguna parte y se convierte en el hit literario del momento. Aunque además de todo esto, es un tímido poeta, que escribe para sí mismo, y que hace poco me dejó con la boca abierta cuando leí sus poemas inconformes, que nos tiran de las orejas y nos obligan aunque no queramos a mirar de frente éste país nuestro, esta realidad latinoamericana que a veces da vergüenza.

Pues bien, con el patrocinio de la fundación Memoria Cultural comandada por John Jairo, tendremos el privilegio de recibir en Miami, uno de los autores sobresalientes de estas tierras del Señor, como es el peruano Eduardo González Viaña, autor de EL CORRIDO DE DANTE, novela premiada como la mejor del 2007 en Estados Unidos.
Este invitado se presentará en Miami, en el teatro Tower el Jueves 18 de Octubre con el auspicio del Miami Dade Comunity College y su Club de Lectura, liderado por otro querido quijote cultural José O Álvarez, y el viernes 19, auspiciado por Barnes & Noble de Coral Gables, en nuestro taller de lectura del mes de Octubre, como autor invitado.

González Viaña (Si quieren saber algo más de él, pueden leer mi blog de Julio 17: Los chamanes tambien escriben) es un hombre preocupado por la suerte de los inmigrantes, contestatario a veces, visionario otras, nos envía en sus Correos de Salem por Internet sus cartas, sus notas y sus denuncias para que los que no nos hayamos despertado, abramos los ojos y nos demos cuenta de la realidad tan difícil que es ser inmigrante y sus consecuencias buenas y malas, dolorosas y felices, complicadas y contradictorias.

Esta pequeña nota después de tantos días de silencio obligatorio, es simplemente para darle la bienvenida a nuestro invitado, para decirle que las puertas de Miami están abiertas para él, y que gracias a Memoria Cultural, podremos recibirlo y expresarle muestro respeto y admiración por su trabajo. Y para ofrecerle a Palomino un agradecimiento comunitario, por esta oportunidad y las que sé que se fabricará con esa baraja de ases que tiene bajo la manga, por abrir ese espacio tan necesario en Miami a nuevas propuestas de Latinos que nos hacen sentir orgullosos de lo que somos y de lo que intentamos fuera de la patria.

A los que me leen, les pido que los acompañen, que no los dejen solos en sus esfuerzos por conquistar espacios para construir una ruta mas ancha en el único camino que redime al hombre frente al animal: El arte.