Hoy, que ya pasa de los 6 meses de su partida quiero compartir con ustedes un regalo que a ella y a mi familia nos hizo el destino. Mil gracias Luis Jaime por la compañia en tus palabras.
Me apropio del título de una canción de Joan Manuel Serrat para invitar a compartir un duelo que es ajeno y es propio... que es de todos.
"Te dejan sus herencias,
te marcan un sendero,
te dicen lo que es bueno
y lo que es malo, pero..."
Cantó Serrat, hace ya varias décadas. Pero antes cantaron tantos y muchos más. Y hablaban de la vida de modos que no tienen que ver con la edad, y cantaban la vida de modos que no se relacionan con la felicidad absoluta, y amaban la vida sin que se debiera creer que vivir es sólo cuando se puede o cuando nos dejan.
La vida cierta siempre será irreverencia, creación, irrespeto (respetuoso) de cánones y reglas. No se puede seguir una regla cuando por acatarla dejamos de respirar: se respira distinto en cada espacio, en cada amor, en cada circunstancia... no somos tan iguales, ni siquiera somos tan distintos.
Hay quienes dejan de respirar y no nos dejan, porque insistieron en estar vivos de veras, de esa manera que ilumina a otros, de ese modo que marca, de esa forma que provoca la memoria de quienes eligen otros tiempos para irse.
Hago memoria de cientos y miles de personas que no he conocido. Mi memoria, entonces, es más que la recordación de rostros o de eventos. Hablo de una memoria que reivindica el tesón, la terquedad de quienes pueden amarrarse a la vida simple y enormemente porque aman, así los tiempos no les hayan dado la oportunidad de hacérselo sentir a quienes apuntaba su afecto.
Se ama porque se crea (y porque se cree).
Se ama porque uno llega en ciertos momentos de la vida a producir un verso, una frase bienintencionada, una caricia...
Y cuando se ama se vive, así no haya memorias que recuerden un rostro o conmemoren una fecha....
Hay quienes se van porque ya dieron lo suyo.
Hay quienes nos quedamos esperando poder decir o hacer o sentir algo que no hemos alcanzado, así lo imaginemos...
Sigue Serrat:
"haz del tuyo el camino
que tuyas son las botas,
que una mirada pueda
dar a luz tu boca..."
(Es probable que me equivoque, pero qué bien creer que de una boca, que es una palabra posible, puedan nacer una ilusión, una fantasía o todas las utopías).
Siempre se trata de caminar (antes Serrat citaba a Antonio Machado, siempre vivo, quien sentenciaba que sólo se hace camino al andar, pues transitar por caminos ajenos no es propiamente vivir).
Le hablo a mis muchachos (sigo siendo docente a ratos) de la autentiicidad, como posibilidad única y cierta de sentir que se vive. Otros hablan de llegar a escuchar el llamado de la vida...
Qué sabemos nosotros de la vida.
Alguien decide que ha vivido y que no vale la pena seguir respirando si se ha de sufrir haciendo sufrir a otros. Está bien.
Alguien decide que se queda porque tiene ganas de seguir amando, así no sepa cómo. Y está bien.
Alguien se marchó hoy, en algún lugar muy cerca a cada uno de nosotros. La verdad es que se han ido muchos (se cuentan por millones, pero sabemos tan poco...).
Lo que importa no es que haya quien parta... también habremos de irnos.
Importa sí que sepamos que todos han hecho sus caminos, y que todos los caminos nos tocan: no hay EL CAMINO.
Hoy dejó de estar alguien que pudo haberse contado entre mis amistades, una mujer poeta y decidida a jugarse la vida por la vida.
Un abrazo para todos.
Luis Jaime,
En Bogotá, octubre 10 de 2010